La leyenda del Chupacabras

Los estudios Ánima llevan ya alrededor de una década produciendo la franquicia de largometrajes animados Las leyendas, centrada por completo en reinterpretar mitos tradicionales mexicanos para el público infantil. Esta propuesta cuenta con un potencial único, capaz de dar pie a obras icónicas. Por desgracia, no parecen saber muy bien qué hacer con ella.

Desde el principio, La leyenda del Chupacabras hace malabares con sus subtramas de un modo desconcertante, planteando un tono sin consistencia temática y en conflicto constante consigo mismo, que no da impresión alguna de resultar accesible o atractivo ni para los adultos ni para su público objetivo. Su forma de alternar el relato trágico del protagonista con las incómodas secuencias cómicas de los Alebrijes jamás termina de funcionar, y su limitadísima narrativa visual es incapaz de aderezar todo esto sacando algo de partido a las infinitas posibilidades del medio animado.

Con la siguiente entrega de la saga ya producida, cabe preguntarse si la franquicia terminará aprovechando en algún momento la oportunidad que su universo mitológico les brinda.