Manda narices: la película más potable de Eli Roth en mucho tiempo es un trabajo con el sello Amblin que sigue el libro de estilo spielbergiano casi al dedillo. Cansado de abrir cráneos a golpes de gore (y, cabe suponer, deseando que un título más comercial que de costumbre alegre el saldo de su cuenta corriente), el director de Hostel e Infierno verde ha optado por volverse amable, y la jugada le ha salido bien. Basada en el libro para niños de John Bellairs (primer capítulo de una saga de aventuras mágicas que se adelantó en unas décadas a la de Harry Potter), La casa del reloj en la pared no es ningún prodigio de imaginación (aunque aspire a serlo), pero sí una cinta muy entrañable, y también la constatación de lo mucho que importa un buen reparto. O, más bien, de lo mucho que importa Cate Blanchett: mientras que el joven Owen Baccaro resulta a veces algo repipi de más y Jack Black vuelve a sacarle partido a su registro ‘para todos los públicos’ que tantas alegrías le dio en la nueva Jumanji, es la australiana quien dispensa la verdadera magia, aportando calado humano a una puesta en escena que recuerda, ora al añorado Barry Sonnenfeld de La familia Addams, ora al Guillermo del Toro más comedido. Y demostrando, además, que el púrpura le sienta de vicio.
FICHA TÉCNICA
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Director:
Eli Roth
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Género:
Fantástico, Terror
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País:
EE UU
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Sinopsis:
Basada en el clásico infantil de 1973 escrito por John Bellairs, el filme sigue a Lewis, un huérfano de 10 años que se muda a la vieja casa de su tío, con un misterioso reloj. La tranquilidad llegará a su fin cuando Lewis despierte por error a magos y brujas de otro mundo.
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REPARTO: Cate Blanchett, Jack Black, Owen Vaccaro
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GUIÓN: Eric Kripke
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VEREDICTO: Cate Blanchett, Varita de Oro 2018 a la bruja más molona y elegante.
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DURACIÓN: 95 min.
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DISTRIBUIDORA: EOne Films
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ESTRENO: 11/10/2018
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