In Fabric

Peter Strickland ha convertido su carrera en un homenaje sostenido a algunas de las formas de fetichismo cinematográfico más vistosas y estimulantes de los años 60, 70 y 80. Si Berberian Sound Studio (2012) fue su particular tributo al giallo y con la extraña fantasía lésbica El duque de Burgundy (2015) demostró conocerse al dedillo la imaginería erótica inventada por Jess Franco, ahora el cineasta combina esas dos influencias -salpimentándolas, eso sí, con una pizca realismo social inconfundiblemente británico- para contar la historia de un vestido rojo resuelto a destruir literalmente la vida de quien lo adquiera. El resultado es su obra más demente hasta la fecha.

Su metraje se compone de dos historias, y el descomunal poder de la primera ensombrece sin reparos la segunda. Esa primera hora inicial acompaña a una mujer de mediana edad que trata de recomponer su vida sentimental mientras sufre humillaciones diarias tanto en el trabajo como en su propia casa. Para ello adquiere la citada prenda, sin saber que posee una consciencia asesina y que, de hecho, en los almacenes donde hace la compra son nido de un aquelarre de brujas que ejercen de vendedoras. Esas mujeres, que derrochan glamur pétreo y hablan con la dicción maquinal del traductor de Google, son tan hermosas, bizarras y extrañamente divertidas como la película en su conjunto.

Una de las grandes bazas de In Fabric es su capacidad para recrearse en el absurdo consustancial a su premisa y, de forma simultánea, de usarlo como vehículo a bordo del que explorar el deseo, la inseguridad y la pasión femeninas, ciertas actitudes sociales hacia las mujeres y el afán consumista que nos envenena, adornando el viaje con ritos orgiásticos nocturnos, maniquíes con vello púbico y vagina -y sangre menstrual- y chorros de esperma que cruzan la pantalla a cámara lenta. En todo caso, lo que más parece interesar a Strickland es crear imágenes cargadas de atmósfera y densas texturas a través tanto del vestido criminal -de su manera de permanecer suspendido en el aire, o de contonearse seductor contra el viento, o de ser acariciado por unas manos de largas uñas color escarlata- como de una sucesión de motivos y símbolos, y de planos de rostros que gritan, muñecas atadas y cristales rotos.

Aunque el tono de la película oscila entre lo amenazante y lo jocoso en todo momento, el contraste se hace más evidente en su siguiente historia, protagonizada por un reparador de lavadoras a punto de casarse que adquiere el traje de noche para ponérselo -obligado- en su despedida de soltero. El tipo, por cierto, tiene la habilidad de llevar al trance a todo aquel que lo escuche detallar tecnicismos relacionados con su trabajo. Esa segunda mitad, decimos, es notablemente menos absorbente que la primera, en parte porque su burla de los modales sociales y sexuales ingleses aqueja cierta tosquedad, pero resulta igualmente efectiva haciendo chocar la rutina de lo doméstico con el espectáculo del horror mientras imagina lavadoras que implosionan, ropa que causa heridas y recién nacidos que, nada más salir del útero, dedican la señal del pajarito a sus padres. Pese a su condición de díptico, pues, In Fabric ofrece una experiencia del todo coherente, que impone sus propias reglas al espectador pero que a cambio lo apabulla con su inventiva y que, por momentos, logra sumirlo en un estado de hipnosis.

FICHA TÉCNICA

In Fabric

• Director:

  Peter Strickland

• Género:

  Terror, Fantasía

• País:

  Reino Unido

• Sinopsis:

  Las rebajas de unos grandes almacenes británicos y un vestido maldito serán la peor pesadilla de Sheila. La obsesión por la prenda se entremezclará con el extraño aquelarre de las dependientas de la tienda y su búsqueda del mal. 
  

• REPARTO: Marianne Jean-Baptiste, Sidse Babett Knudsen, Caroline Catz, Julian Barratt

• GUION: Peter Strickland
  

• DURACIÓN: 118 min.

• VEREDICTO: Quien la acepte tal y como es, se encontrará con una obra cautivadora.

• DISTRIBUIDORA: Movistar+

• ESTRENO: 19/01/2021