Crítica SIN SPOILERS de 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'

Inabarcable. Desatado. Apoteósico. ¿Caótico? Desde que el MCU confirmó que abriría las puertas al inmenso multiverso marvelita de par en par, los fans han ansiado y temido el momento del despiporre a partes iguales. Al fin y al cabo, la incursión precipitada en esas innumerables tierras bien podía desestabilizar fácilmente la tan bien estructurada franquicia de Kevin Feige en pleno relevo generacional de héroes. Dejando de lado vagas referencias al concepto y su presentación en ¿Qué pasaría si...?, Spider-Man: No Way Home sirvió de digno preludio a estas otras realidades, pero es la secuela de Doctor Strange la que se lanza al vacío de los mundos alternativos y, afortunadamente, sale más que airosa.

Lo mejor que se puede decir del gran macroevento de Marvel Studios para este 2022 es que es tan ambicioso, multitudinario y gigante como prometía, pero sin resultar avasallador. Todo lo contario: esto no es una reunión vengadora sino un viaje introspectivo a la personalidad autodestructiva y egocéntrica de Stephen Stange. Un recorrido por otros mundos que, en esencia, no es otra cosa que el descubrimiento de uno mismo en todos sus ‘yos’. Algo similar pasa con Bruja Escarlata, porque aquí Wanda es pura Bruja Escarlata, poderosa y herida, con una apabullante Elizabeth Olsen abrazando todo el potencial del personaje en los cómics.

Tal vez sea América Chávez la que queda en la sombra de estos dos talentos, con la debutante Xochitl Gomez sirviendo como alivio cómico en la trama, pero sin explotar todo el carisma de su heroína. En su defensa diremos que no solo se mide al tándem Cuberbatch-Olsen, dos de los mejores intérpretes en la estelar plantilla del MCU, sino también a un sinfín de invitados, algunos sorpresa (aprovechamos para agradecer a Feige por la primera escena postcréditos), otros no tanto, todos sirviendo a tres propósitos de forma infalible: el primero, entretener y emocionar al público; el segundo, guiarnos a través de los sueños y pesadillas de Stephen y Wanda; y el tercero, recordarnos que ni nuestros mejores presagios igualan las sorpresas que siempre depara el futuro marvelita en pantalla.

Detrás de todo este alboroto está el maestro de ceremonias, Sam Raimi, al que han permitido dar rienda suelta al terror más gore. Y qué bien le sienta al hechicero de Cumberbatch (y a los Illuminati) la violencia explícita... Olvidaos del sello Disney porque esta apuesta abraza todos los elementos del horror más gráfico con altas dosis de tensión, algo impensable en el MCU de hace unos años. El guion de Michael Waldron (Loki), un experto en el arte de radiografiar antihéroes, y la atinada partitura de Danny Elfman hacen el resto en esta El ejército de las tinieblas de Marvel.

Doctor Strange en el multiverso de la locura es oscura, visceral, terrorífica; también es tierna, emocional, trágica. Rara avis totalmente disfrutable en el MCU. Es una fiesta abarrotada de gente, pero cuyo foco ilumina las pupilas de sus protagonistas para explorar sus mayores anhelos y arrepentimientos. Es pura acción de principio a fin y, a la vez, resulta profundamente íntima. Es un ejercicio de nostalgia bien entendida y el título que nos da esperanzas en la era post-Iron Man. Qué placer que Marvel Studios se quite complejos y abrace sin tapujos el terror de Raimi, qué gustazo ver a Elizabeth Olsen una vez más desmenuzando a Wanda y qué bien pinta el futuro del MCU. Inabarcable. Desatado. Apoteósico. Y sí, maravillosamente caótico.

FICHA TÉCNICA

Doctor Strange en el multiverso de la locura

• Director:

  Sam Raimi

• Género:

  Terror, aventuras

• País:

  EE UU

• Sinopsis:

  Tras haber lanzado un hechizo prohibido que abre la puerta de múltiples universos paralelos, el Doctor Strange debe arreglar el desaguisado aliándose con su viejo amigo Wong y con Wanda Maximoff, la Bruja Escarlata. 

• Guion: Michael Waldron

• Duración: 126 min.

• Reparto: Benedict Cumberbatch, Elizabeth Olsen, Benedict Wong, Xochitl Gómez, Chiwetel Ejiofor, Rachel McAdams

• Veredicto: Marvel hechiza y arrasa con el cine gore de Raimi y una Elizabeth Olsen apabullante.