Crítica de 'Pacifiction'

Pacifiction de ningún modo es el tipo de intriga de espionaje que su sinopsis sugiere, y precisamente por ese motivo –entre varios otros– encaja a la perfección en la filmografía de Albert Serra. Invita a reflexiones sobre el poscolonialismo, la locura de la guerra, la amenaza nuclear y la vacuidad del discurso político, pero al mismo tiempo carece de buena parte de cuanto asociamos a una trama o incluso a una narración. 

Como nos sucede frente a una obra impresionista, al contemplarla tan solo adivinamos las líneas maestras de la imagen, que permanecen reducidas a su esencia y diluidas por una mezcla cromática casi sobrenatural que bien podría haber sido inspirada en Gauguin.

Por eso, por momentos la sucesión de escenas da la sensación de vivir en la cabeza de su protagonista. Se trata de De Roller, alto comisionado de Francia en Tahití y, alternadamente –o, por momentos, simultáneamente–, presencia seductora y manipuladora y condescendiente y amenazante. Vestido con traje de lino blanco como Fitzcarraldo y dotado tanto de la astucia diplomática del americano impasible creado por Graham Greene como de la presencia bovina de Depardieu, trata de servir los intereses de su país natal sin traicionar a los habitantes de una colonia de ultramar en la que la ira local puede aflorar en cualquier momento, y para ello trafica con discursos y opiniones como si fueran material de contrabando. 

Es también un personaje que encajaría a la perfección en el universo de Joseph Conrad porque, mientras va comprendiendo que no es más que un títere a merced de poderes superiores, contamina el relato de paranoia. Metido en su piel, el actor Benoît Magimel apabulla. El estado anímico de De Roller evoluciona en sintonía con la atmósfera de la isla y con la de la película que lo observa. 

Si la primera parte de Pacifiction se compone de una sucesión de conversaciones lánguidas en las que los aforismos y las banalidades se barajan con los halagos y las falsas promesas, la segunda se desliza suavemente hacia el terreno de lo abstracto y la alucinación a bordo de imágenes como la de una flota de barcas que asisten a competiciones de surf entre olas gigantes; al ritmo del vaivén perezoso de las palmeras, de las marimbas que susurran en la banda sonora y los contoneos venéreos en pistas de baile teñidas de neón azul; ante la mirada de figuras hieráticas avasalladas por la lluvia torrencial y cielos de color mandarina que presagian algo parecido al apocalipsis.

Entretanto, Pacifiction evoca títulos como Terciopelo azul y Tropical Malady, e invita a ser entendida como el reverso surrealista de otra gran película rebosante de tensión bélica, humedad tropical y grotesco imperialismo; a diferencia de lo que sucede en Apocalypse Now, eso sí, aquí la profundidad de la noche no es un destino casi mítico sino una presencia recurrente a través de sucesivas escenas de alterne sibilino cuya carga de insinuación erótica trae a la mente Querelle. 

Ninguno de sus referentes, en todo caso, impide a Pacifiction ser una obra distinta de cualquier otra, poseedora de una envergadura escénica, una complejidad tonal y una combinación de ternura y melancolía hasta ahora no aparentes en el trabajo de su autor, y extraordinariamente capaz de envolvernos con un aura de misterio que confunde, inquieta y hechiza.

FICHA TÉCNICA

Pacifiction

• Director:

  Albert Serra

• Género:

  Drama

• País:

  Francia

• Sinopsis:

  En la isla de Tahití el Alto Comisario de la República De Roller intenta poner calma entre el pueblo después de que se desate el rumor de una nueva presencia de un submarino ante el pánico de nuevos ensayos nucleares franceses.

• Guion: Albert Serra

• Duración: 165 min.

• Reparto: Benoît Magimel, Pahoa Mahagafanau, Marc Susini, Matahi Pambrun

• Veredicto: Romántica. Seductora. Hipnótica. Abrumadora.

• Distribuidora: Elástica

• Estreno: 2/09/2022