OPINIÓN

Todo encaja

Todo encaja
Todo encaja
Todo encaja

El viejo zorro Martin Scorsese estrenó en diciembre El lobo de Wall Street: ambición, poder, drogas y sexo en las finanzas neoyorquinas. El autor de Taxi Driver, Toro salvaje, Uno de los nuestros o Casino dejaba de lado el ñoño lapsus de La invención de Hugo y volvía a radiografiar el desfase con actores entregados, planos precisos y secuencias frenéticas a golpe de rock. ¿Quién no querría ver algo así? Pues nada, que no me llegó el momento. Lo típico: tal día me venía mal, otra tarde me dio pereza o después había demasiada gente; una noche acabé en otra sala porque la de El lobo… estaba llena. Al cabo de unas semanas las proyecciones en V.O. empezaron a escasear y cuando me quise dar cuenta no estaba en cartelera.

Pero al mismo tiempo que la desidia dominaba mi incapacidad de ir al cine, el cómico Jimmy Fallon se hizo en febrero con el mítico The Tonight Show en la NBC. A finales de junio la actuación musical en su programa corrió a cargo de un tal Jimmy Buffett del que nunca había oído hablar. Es un viejales con bermudas y chanclas que hace canciones comerciales de falso aire caribeño y al que odié instantáneamente porque sí. En internet supe que es tan famoso en Estados Unidos que incluso ha protagonizado un cameo en South Park.

Pues resulta que al día siguiente de conocer la existencia de ese “músico y empresario” alquilé El lobo de Wall Street. Comprendan mi estupor cuando Matthew McConaughey, en su ya famoso monólogo sobre lo que significa ser bróker, cita al tal Jimmy Buffett. Demasiado bonito para ser casual. Me gusta pensar que el universo entero, con sus leyes físicas al mando, realizó un metafísico ejercicio de sincronía para que yo viera la película en ese justo momento, no un minuto antes, ni demasiado tiempo después de haber retenido una información tan trivial y prescindible. Dios está de mi lado. Soy invencible.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento