OPINIÓN

Sueños musicales

Sueños musicales
Sueños musicales
Sueños musicales

La otra noche estaba viendo en el sofá de mi casa la retransmisión de los Globos de Oro, y en el momento en que Los Miserables se llevaba su tercer premio de la noche, el de la mejor película musical, ahí justo, miré a mi mujer y me di cuenta de que tenía trompa y un solo ojo, o sea, que me estaba quedando roque. Y me abandoné… Película musical, musical, musical… Mi mujer con trompa… musical, pe-lí-cu-la-mu-si-cal… Cristóbal Montoro, Andorra, musical, musical, musical… (humo de colores) (los colaboradores de Ana Rosa Quintana bailando desnudos) (oscuridad).

Entonces, el sueño se volvía nítido. Yo estaba en una sala de cine y se proyectaba una película: LA FERIA DE ALBACETE, EL MÚSICAL. En la pantalla, un muchacho pelirrojo, cantaba en lo alto de la noria una “jota manchega”:

Tu madre tuvo la culpa

Por dejar la puerta abierta

Y yo por meter la mano

Y tu por estarte quieta

Abajo, miles de personas vestidas con el traje típico le hacían los coros, mientras realizaban una espectacular coreografía. En otro momento, unos hombres con la cara colorada y disfrazados de chorizos y morcillas bailaban y cantaban:

Somos el marisco de La Mancha

Somos el marisco de La Mancha

Después, el mismo chico de antes lloraba al lado de los coches de choque, porque había visto a su novia “morreándose” con otro. También aquí había una canción, pero de ésta no me acuerdo. Al final, vestido de molino y con un amanecer detrás, cantaba resplandeciente:

¿Por qué estar triste?

Si hay más mujeres que longanizas.

Y ahí me desperté, riendo y llorando a la vez.

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