Cartas cinéfalas: Hangla Mangla, productor de Bollywood, escribe a su jefe desde Tarancón

Querido Señor:

Primero de todo agradecerle que confiase en mí para llevar a cabo el proyecto Taranconwood. Aunque solo llevo un fin de semana en el pueblo, estoy convencido de que esta empresa será un éxito. El viaje se me dio de maravilla, por cierto; los autobuses de La Requenense son muy confortables. Además, me encantó la ruta que incluye paradas en Tarazona, Quintanar, Casasimarro, San Clemente, Las Pedroñeras, Huete y Honrrubia. 

En un momento dado, también se detuvo en medio del campo y por un momento creí que se trataba de una avería, pero de detrás de un matorral salieron una pareja de señores mayores, como si fueran Batman y Robin, y se subieron al autocar. Como te comentaba, las posibilidades que ofrece el lugar son enormes haciéndolo ideal para nuestras producciones. Hay unas localizaciones increíbles: la pinada, el centro de mayores, los viñedos, la cooperativa… Y tienes que ver a los lugareños. ¡Qué presencia! 

Ya he podido avanzar un posible casting para las películas que queremos rodar. De poseída diabólica tenemos a Devorah, la hija del alcalde, que es hiperactiva; Blas, el bedel, da muy bien de zombie, siempre y cuando mejoremos su aspecto; para la telépata es perfecta Vicenta, la estanquera que tiene estrabismo; para el licántropo, nos vale cualquiera del equipo de petanca; Julio, el concejal de festejos, sería un psicópata muy convincente; para la fantasma, tenemos a Rosario, que sabe hablar con la glotis, pero por las tardes no puede porque está en el taller de cerámica; don César, el párroco, tiene mucha ilusión por actuar y lo cierto es que podría hacer de abducido... En definitiva, tenemos muchas opciones. Todos ellos saben bailar y cantar y Rosario, además, toca la bandurria. ¡Estoy muy contento! Un saludo afectuoso.

Hangla Mangla

P. D.: He probado una cosa llamada zarajos, y no se puede imaginar lo ricos que están.