OPINIÓN

Cartas cinéfalas: Chevy Chase escribía esta carta a Bill Murray a modo de disculpa

Chevy Chase, al fondo y Bill Murray en primer plano durante un sketch de Saturday Night Live
Chevy Chase, al fondo y Bill Murray en primer plano durante un sketch de Saturday Night Live
Cinemanía
Chevy Chase, al fondo y Bill Murray en primer plano durante un sketch de Saturday Night Live

Bill:

Me gustaría que me disculpases por haber comparado tu cara con la superficie lunar en esa grabación del Saturday Night Live. Es verdad que tienes marcas de viruela y el comentario fue muy ingenioso (no sé si lo recuerdas, dije que Neil Armstrong podría aterriza en ella), pero no estuvo bonito.

Con lo rápido que eres (mentalmente hablando) pensé que me responderías con alguna pulla pero te quedaste con la boca cerrada y los ojos como platos (nunca se me olvidará la cara que pusiste: estabas muy gracioso). Me dio la sensación, Bill, de que realmente herí tus sentimientos porque luego me acerqué a tu camerino, con la intención de seguir dándote cañita, y oí cómo sollozabas. Quizá te lamentabas por tu carrera, al darte cuenta de tu encasillamiento como actor, o fue efectivamente mi comentario el que provocó la llorera, o puede que una combinación de ambas cosas, no lo sé; lo que parece seguro es que mi bromilla no ayudó.

En todo caso, no debes sentirte frustrado: nadie ha sabido encarnar personajes desubicados como tú. Es increíble como sacas provecho a la inacción; sin mover un músculo de tu cara (de cráter) eres capaz de trasmitir mucho. Efectivamente, no eres muy versátil, pero lo poco que haces lo bordas.

De todas maneras, no todo el mundo puede ser un genio de la comedia, ni un pionero; Chevy Chase solo hay uno.

Volviendo al tema de mi comportamiento, me he dado cuenta de que ser inteligente es una gran responsabilidad, y creo que muchas veces no he utilizado mi brillante intelecto como debería. No has sido el único, Bill, me he reído de más gente; personas ridículas que seguramente se merecían mi burla, pero sin duda debí contenerme y ser condescendiente con ellos.

Por ejemplo, en una ocasión le dije a Wilbur, mi gestor, que si le pusieran su cerebro a un pájaro volaría al revés. A mi exmujer Susan le espeté que para ella un folio partido por la mitad era un puzzle (después la empujé a un estanque).

En fin, que me he despachado a gusto y estoy muy apenado.

Bueno, no me extiendo más, solo espero que puedas perdonarme (el rencor no es bueno, provoca gases).

Un abrazo.

Chevy

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