Carta abierta a mis antiguos amigos (aunque ellos todavía no lo saben)

Queridos Juan Fran, Alberto alias “pelopo”, Pedrule y también, aunque en menor medida, Jero:

Como habéis observado últimamente nuestros encuentros han sido cada vez mas escasos, se que lo habéis hablado entre vosotros y que os oléis la tostada. Todo esto se debe a que ahora soy famoso, o sea que, como se suele decir, no es tanto por vosotros como por mí. Vaya por delante que habéis sido unos amigos “cojonudos” con vuestros defectos y también con vuestras virtudes –“Pelopo” te acercas mucho al hablar y tú, Jero, repites mucho la coletilla mentiendes– y supongo que sois conscientes de la suerte que habéis tenido al compartir mi mocedad, cuando esto que me esta sucediendo –la fama, el éxito– apenas sí se intuía en el horizonte. Lo que está claro es que os he hecho felices con mis charlotadas y desde luego no puedo decir que no las hayáis celebrado. Tenéis una risa muy bonita todos y cada uno de vosotros. Pero en honor a la verdad, perdonad pero os lo tengo que decir, os estabais volviendo un poco estomagantes. Vuestros comentarios, vuestros reproches, las miradas de recelo no son plato de buen gusto. ¿Por qué estropear algo tan bonito: la amistad que un día tuvimos? Sería muy mezquino, y siempre me reprocharía dejar que vuestra imagen se degradara ante mí. Por eso he decidido cortar por lo sano. A partir de ahora hablad de mí en pasado. Pero no lloréis porque terminó, alegraos porque sucedió, además siempre nos quedará el grupo de WhatsApp, del que por el momento, y si todos lo veis bien, no tengo pensado salirme.

Yo por mi parte ya estoy haciendo nuevas amistades, gente que se me antoja como un terreno ignoto, donde todo está por descubrir y que, por supuesto, no son ajenos a mi encanto personal sino que, más bien, sucumben ante él.

Os deseo lo mejor –Pedrule, suerte con tus oposiciones a celador– y siempre os llevaré en mi corazón.

Un abrazo. JR