Para celebrar el día del libro, BAZINGA! ha seleccionado diez de los mejores novedades de Ciencia-ficción de la temporada. Para abrir fuego, nada mejor que las más aguerridas tropas de élite espaciales, Starship Troopers, uno de nuestros libros preferidos que es reeditado ahora con una nueva traducción.
Escribir sobre Starship Troopers (el libro) en 2011 es una tarea problemática. Ponerse frente al monitor con una mano en la novela de Robert A. Heinlein y otra en el teclado le resulta a quien esto escribe tan aterrador como una temporada de maniobras en el Campamento Currie, o un descenso de combate sobre los nidos de insectos de Klendathu. Porque hablar de Starship Troopers hoy en día, 52 años después de su publicación, es hablar sobre Starship Troopers, la película de Paul Verhoeven (1997), pero también sobre otras películas (Aliens), videojuegos (Gears of War), juegos de mesa (Warhammer 40.000) y otras mil y una frikadas. Y también, o sobre todo, sobre política.
Pero las cosas son como son, y como no queremos que el sargento Zim nos ponga a hacer flexiones, empezamos con un aviso: si llegas hasta la novela que publica La Factoría de Ideas atraído por la película y por su cachondeo, te llevarás una sorpresa mayúscula al comprobar que en Starship Troopers, el libro, todo va en serio. Aunque Verhoeven no acabara (según confiesa) de leer la novela, la entendió lo bastante bien como para señalar los puntos oscuros de su discurso y darles relevancia, convirtiendo en sátira lo que, en el fondo, no deja de ser un ensalzamiento de los uniformes. Tan bien le salió la maniobra al holandés que, apostamos, si Heinlein pudiese viajar en el tiempo se iría con él por ahí a catar rubias espumosas.
Porque el escritor, militar de carrera antes de darse a las letras, era amigo de las boutades y de los alardes. Y si su ideal era un ejército fuerte, con privilegios sociales (sólo puedes votar si has servido bajo su bandera) y, a ser posible, con armaduras autopropulsadas, lo ponía en negro sobre blanco. Por algo había inventado la cama de agua. Sea por bien expuestas, o por tentadoras, sus ideas tuvieron un rápido eco: no sólo estamos hablando de una de las obras capitales de la ciencia-ficción, sino también libro más leído de la historia por miembros del ejército de EE UU, un tomo más influyente en las doctrinas militares de la actualidad que La guerra de las Galias o los escritos de Clausewitz.
Afortunadamente, Starship Troopers no comienza con un discurso: comienza con una vertiginosa bajada en caída libre sobre un planeta enemigo, y con muchas explosiones. Muchísimas. En un ejemplo de estrategia, la novela nos agarra con una secuencia de acción vertiginosa para después llevarnos a un mundo apasionante de… Gente hablando. Más ocupado por darle coherencia al entorno de su historia que por apabullarnos, el autor nos describe al dedillo una sociedad basada en lo militar, dando forma a una experiencia que puede resultar exultante o terrorífica, según de qué pie cojee el lector. Sobre la eficacia de las estrategias y los equipamientos descritos en él, sólo hay que ver En tierra hostil o permanecer atentos a las noticias sobre Irak y Afganistán.
"¿Guerreros del espacio con armaduras? ¿De qué me suena a mí eso?".
Controversias aparte, el libro rebosa de prodigios, sus batallas cortan la respiración y algunas de sus ideas resultan ahora tan revolucionarias (en el sentido que se quiera) como en 1958, el año de su primera edición. Sin ir más lejos, el hecho de que su protagonista Johnny Rico no sea anglosajón como Casper Van Dien, sino más filipino que Brillante Mendoza, algo que –como reflexionó en su día Samuel R. Delany, el primer autor negro de éxito en el género- sólo descubrimos tras haberle acompañado durante 237 páginas de batallas, palizas, maniobras y sesiones de briefing. Porque Heinlein detestaba a los racistas casi tanto como a los comunistas, así que en el mundo de sus historias el color de la piel de sus personajes no importa ni mucho ni poco: sencillamente, no importa. Si algunos lectores aún alzarán la ceja al descubrirlo hoy, imaginaos cómo sería en plena segregación racial.
Nosotros, a qué mentir, preferimos tomarnos Starship Troopers como una versión galáctica de Historias de la puta mili, sin el sargento Arensibia pero con esas armaduras (ausentes en la película) que tanto morbo darán a los fans de Halo y de Warhammer 40.000. La nueva traducción, obra de Ester Mendía Picazo, captura el estilo conciso y contundente del original, que sigue siendo capaz de atrapar a cualquiera. Si te gusta, no pierdas tiempo en hacerte con Puerta al verano, Forastero en tierra extraña y otras obras de su autor, buenas demostraciones de que uno no puede confiar su mente a un solo punto de vista, ni a una sola forma de ver las cosas. Al fin y al cabo, como decía el propio Heinlein, “especializarse es cosa de insectos”.
Los marines de 'Aliens' también cazan bichos.
Si has terminado exhausto de tanta batalla y a duras penas has salvado el pellejo, tal vez prefieras sentarte cómodamente en tu sillón orejero preferido y disfrutar de estas otras recomendaciones que te hacen nuestros ninjas:
John Scalzi es uno de nuestros escritores de ciencia-ficción preferidos. No es que sus planteamientos sean brillantemente originales, o que su épica sea la más impresionante de entre los nuevos grandes talentos del género. Pero su ingenio y su “mala leche” hacen de sus libros unos divertidos relatos llenos de crítica e ironía. Tras disfrutar de la trilogía de “La Vieja Guardia” (una de las mejores vueltas de tuerca a los conceptos de “Starship Troopers” o “La Guerra Interminable”), Minotauro edita EL SUEÑO DEL ANDRIODE. Este libro va a sorprenderte, por ejemplo: ¿Pueden depender las relaciones políticas interplanetarias de la Tierra de una oveja? Pues sí. Y esa es sólo una de las sorpresas que te esperan en este libro. Cómico, inteligente y con mucha lectura entre líneas.
Thomas M. Disch es uno de los escritores de ciencia-ficción New Age más aclamados, y CAMPO DE CONCENTRACIÓN es seguramente su mejor obra. Un libro tenebrosos que narra las terribles vivencias del poeta Louis Sacchetti, prisionero del Campo Arquímedes. Estamos a finales del siglo XXI y Estados Unidos se ha convertido en la mayor potencia represora del mundo. No sólo representa un peligro para la seguridad de otros países, también representa una amenaza para sus ciudadanos, sumidos en un opresivo estado policial. Luois, encarcelado por negarse a alistarse en el ejército, es testigo de los peligrosos experimentos que el ejército realiza con sus prisioneros, los que se les administra Pallidine, una droga derivada de la espiroqueta de la sífilis. El resultado es un gran desarrollo de las capacidades cognitivas, pero hay un desafortunado efecto secundario. El Pallidine resulta mortal en todos los casos. ¿A que tienes ganas de leerlo?
Alamut edita en un solo tomo, y ordenado de manera cronológica por el autor, todas las historias sobre robots de Isaac Asimov. Desde los primeros modelos no humanoides hasta los modelos más complejos, toda la gama “positrónica” se encuentra en este libro. La complejidad de la naturaleza de la inteligencia artificial, la paradoja de la conciencia y los conflictos con las famosas Tres Leyes de la Robótica, todos estos temas que han apasionado a millones de lectores y pensadores durante años en un solo volumen imprescindible.
Si las reflexiones profundas te dan dado dolor de cabeza (o han sobre calentado tus procesadores) te recomendamos algo más ligero. MOTÍN es el primer libro de la saga STARSHIP, del galardonado autor Mike Resnick. Si lo que te gustan son las batallas espaciales, los conflictos entre civilizaciones y las escaramuzas en planetas alienígenas, ésta es tu saga. Wilson Cole es un héroe de la guerra galáctica, pero también ha pisoteado algún que otro ego del alto mando de la Armada de la República. Por ello, es transferido a la nave Teddy Roosevelt, una antigualla alejada del frente de guerra contra la Federación Teroni y donde el ejército echa a todos sus elementos incómodos (o indeseables). Pero la acción está allí donde está Cole y su nuevo destino no será nada tranquilo. Mal que le pese.
Ajec es un editorial que suele apostar por libros diferentes. Y con las Graves Planicies, de Antonio Santos, se ha lucido. Y es que las Graves Planicies es un libro atípico. Muy atípico. El autor ha tomado el universo creado por Edgar Rice Burroughs para su famoso John Carter y en él ha volcado un montón de referencias a otros clásicos del género, el mismísimo Doc Savage sin ir más lejos. El resultado es una aventura divertida, llena de combates con espadas, enormes aeronaves y un protagonista… Zafio, cobarde y mentiroso. Las Graves Planicies es uno de los libros más divertidos y originales que nuestros ninjas han leído últimamente. Estáis advertidos: comenzar a leer este libro con otra mentalidad que no sea la de disfrutar, sin complejos, de un homenaje sincero (pero transgresor) a los clásicos de la literatura pulp será una fuente constante de sufrimiento para el lector.
El presente Premio Minotauro 2011 nos transporta a Ziénaga, una gran ciudad perfecta y segura, donde sus habitantes no carecen de nada. Pero hay otros mundos. O eso se oye comentar entre susurros en las calles y en pequeños corrillos. A pesar de los esfuerzos del gobierno por acallar los rumores, los cazadores de antigüedades lo saben: más allá de los muros de la ciudad existe otro mundo, y no es el gran desierto que las autoridades estatales afirman que hay. La escritora Montse de Paz nos presenta a Perseo Stone, cuya aventura hará tambalear los cimientos de su civilización.
Esto es BAZINGA!, donde las galaxias lejanas, muy lejanas, están tan cerca como las páginas de un libro.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios