ESPECIAL CONAN 1 - LOS LIBROS

Hoy se sigue escribiendo (y leyendo) fantasía épica por los libros de Conan. No sólo porque su publicación y su estilo, sus ideas, son las que han delimitado el genero durante los muchos años que han pasado desde su publicación, si no porque libros como estos son lo que crean lectores, y los que hacen que una vez que se termina un libro, se empiece otro.

Robert E. Howard era un hombre singular, que rehuía a la sociedad, que llevaba el bajo de los pantalones demasiado alto por si “alguna vez se viera obligado a saltar a la acción para salvar su vida”. Un hombre solitario y un escritor incansable de firmes valores, que dejó la impronta de sus convicciones en todos sus escritos, ya fueran historias de boxeadores, detectives, romances, cowboys, aventureros pictos o el más grande de los guerreros que ha conocido la literatura fantástica. Robert E. Howard, hasta el triste momento de su suicidio a la edad de treinta años, fue un filósofo que maquillaba sus textos con el brillo del acero y la sangre de sus personajes.

Los relatos de Conan son maravillas "pulp", relatos fantásticos sencillos, trabajos alimenticios para su autor en la mayoría de las ocasiones, pero tan empapados de la personalidad del escritor que encierran entre sus palabras una energía, una angustia vital tan fuerte que los hace brillar sobre el resto de literatura fantástica. Lo hicieron en su época (1932) y lo hacen ahora. Ojalá se escribieran en estos momentos historias tan buenas como éstas de Howard. Son sólidas, son divertidas y tienen un “algo más encantador”. Es cierto que algunas veces pecan de inocentes o ridículas: la temible capitana pirata, nada más contemplar la poderosa imagen de Conan cae a sus pies (perdiendo en el acto las pocas sedas que la vestían) seducida por su energía irresistible, y suplica al bárbaro que la tome y la haga suya. Hombre, pues sí que es un poco naif pero Howard tenía que comer, y hay un viejo lema editorial, escrito con letras de oro en los despachos de todos los directores editoriales del mundo que reza así: "Si quieres vender ejemplares, pon dos tetas en la portada". Es una regla infalible. Así que Howard le daba a su editor lo que pedía. De propina, nos dejaba brutales combates, alguna que otra criatura elemental y primigenia (como las de su amigo Lovecraft) y siempre, una ácida reflexión política y social.

"¿Cómo, Conan hace reflexiones políticas y sociales?", se preguntará más de uno. Bueno, pues no, Conan de por sí es un pensador bastante limitado: hace lo que cree que debe hacer, y si eso implica partir a alguien por la mitad con su gran espada (que es casi siempre), pues lo hace. Pero Conan, por lo menos en estos libros, tiene un pliegue que a primera vista puede no resultar evidente. Conan es un bárbaro (que no significa nada más que un hombre que vive fuera la sociedad, lo del taparabos de piel y el pecho al aire vino en versiones posteriores del personaje), que en la Era Hiboria es lo más parecido a un disidente o a un anarquista. Y es que Conan odia la civilización, porque Conan sabe que hay otra manera de hacer las cosas, una manera justa y humana, donde cada hombre vale lo que demuestra valer. Conan cree que otro mundo es posible. No es que tampoco tenga un gran interés en cambiarlo si ello no le reporta un beneficio inmediato, pero si ese mundo civilizado se cruza en su camino, hará todo lo posible por reconstruirlo (tras destruirlo, evidentemente) respecto a lo que cree que es justo. Es un principio muy tosco, pero es un principio: es el "yes we can" de los relatos de espada y brujería.

El Conan de los libros sorprenderá a muchos lectores que conozcan al personaje sólo por los cómics o las películas, mucho más arquetípico y plano. Los relatos de Howard nos presentan un mosaico de aventuras, desordenadas cronológicamente, que nos van a ir formando el puzzle que es Conan. Cada relato, una pieza: un temerario joven Conan ladrón, un maduro rey Conan sabio y reflexivo, un desilusionado y conflictivo Conan mercenario… Hay muchos "Conan", pero son todo el mismo. Es una experiencia impagable leer cómo Conan huye de la justicia en un relato, para en el siguiente encontrarse a un Conan aviejado que lucha por evitar que el reino que tantos años (y litros de sangre) le ha costado conquistar se destruya en una guerra civil. Conan tiene contrastes, sombras, evoluciona y es cada vez más profundo, según lo vemos en perspectiva.

Las ediciones en España de los relatos originales de Howard de Timun Mas son estupendas. Recogen, siguiendo sus fechas de publicación, todos los relatos de Howard, sin versiones posteriores alteradas ni revisiones. Puro Howard. Además incluye el trabajo de algunos de los mejores ilustradores del personaje . Y todo, en unos cómodos libros de algo más de 300 páginas a unos precios muy asequibles, o en unas ediciones de lujo que harán las delicias de fans y coleccionistas.

Más que imprescindibles, inevitables.

Esto es BAZINGA! dónde no confiamos en hombre, mujer o animal, sólo en el acero.

Para saberlo todo, todo, sobre Robert E. Howard, Conan, sus libros, cómics y películas, Dolmen Editorial acaba de editar una extensa y completísima guía de la Era Hiboria y todo lo que la rodea: CONAN, LA IMAGEN DE UN MITO. Un libro que ningún fan de Conan debería perderse y que servirá guía para aquellos que quieran adentrarse en sus aventuras.

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