OPINIÓN

Dragon's Dogma - Entre trasgos y peones

Dragon's Dogma - Entre trasgos y peones
Dragon's Dogma - Entre trasgos y peones
Dragon's Dogma - Entre trasgos y peones

Los jugadores comenzamos a tener la sensación de que cada dos semanas se lanza al mercado un RPG de acción ambientado en un universo fantástico-medieval. Y casi es una afirmación verdadera: el género está sobreexplotado y el público comienza a saturarse con este tipo de títulos. A pesar de ello, producciones tan importantes como Skyrim consiguen convertirse en uno de los mejores juegos de año. CAPCOM, que lleva algunos años de capa caída, empieza a salir de su letargo acomodaticio y, además de sacar un DLC detrás de otro, empieza a experimentar con géneros que anteriormente no solía explotar. Es el caso de Dragon’s Dogma y los RPG de acción.

CAPCOM, que sabe que este género, junto con los shotters en primera persona, es el que más se lleva ahora, no podía dejar pasar esta gran oportunidad de sacar tajada, pero para defenderse en un mundillo tan competitivo tenía que ofrecer algo nuevo y especial. ¿Lo ha conseguido? Pues parcialmente.

Dragon’s Dogma no nos plantea un universo especialmente nuevo: fantasía medieval, con orcos, cíclopes y demás clásicos del género. Incluso enormes arañas en los bosques. Una historia en la que un protagonista deberá hacer frente a una profecía, dragones y demás retos de la oscuridad. Todo ese “bla, bla, bla” tan manido. Una vez puestos en situación (si es que no los estabas ya) te enfrentas un juego “open world” en tercera persona que mezcla rol y acción. De nuevo, nada nuevo bajo el sol (virtual). Tampoco técnicamente es deslumbrante. De hecho, a estas alturas de la actual generación de consolas, nos parece bastante “ramploncillo”. Así pues, ¿dónde está el encanto de Dragon’s Dogma?

Dragon's Dogma - Entre trasgos y peones
Dragon's Dogma - Entre trasgos y peones

Pues en dos puntos fuertes: adicción y comunidad. Cuando CAPCOM puso al timón de esta producción a los responsables de títulos como Resident Evil 4 o Devil May Cry 4, sabía lo que hacía. Había que darle una vuelta de tuerca al género, acercarlo a los gustos occidentales y tratar de evitar en lo posible los recientes fallos de otras famosas sagas niponas como los Final Fantasy. El resultado es un juego que engancha. Es difícil de explicar dicho lo dicho anteriormente, pero es un hecho. Desde el momento en el que edites a tu personaje (con un completísimo gestor para el caso) verás que no puedes dejar de avanzar en esta aventura. Gran parte de capacidad de adicción se lo debemos a la GRAN novedad que Dragon’s Dogma hace al género: los peones. Durante tu aventura te acompañaran otros tres personajes secundarios. De la combinación de vuestras distintas habilidades (magos, arqueros, guerreros…) depende vuestro éxito. Hasta aquí no resulta nada original, evidentemente. Es la gestión de estos peones lo que es realmente innovador.

Dragon's Dogma - Entre trasgos y peones

En diferentes puntos del juego podrás cambiar a estos peones, bien por personajes creados aleatoriamente por el juego, o bien, y esta es la parte importante, usar los de otros jugadores. Los peones principales de todos los jugadores (incluyendo el tuyo) forman parte de un grupo a disposición del resto de jugadores. Así, podrás usar el peón de un jugador del otro lado del mundo porque es el que mejor se adapta puntualmente a tus necesidades, o bien alguien podrá usar el tuyo mientras descansas, subiéndole de nivel y perfeccionado sus habilidades. Este intercambio se produce automáticamente en el juego, o mediante la promoción de tu peón en tu muro de Facebook. Las posibilidades que permite este nuevo sistema son muy interesantes, y son un primer paso importante en el nuevo tipo de experiencias de juegos que incluirán interacción entre la consola, dispositivos móviles y redes sociales.

Dragon's Dogma - Entre trasgos y peones

A pesar de la buena voluntad de CAPCOM por aportar su granito de arena al género, DRAGON’S DOGMA da la sensación de ser un juego que no se ha terminado de pulir. Algunos fallos del motor gráfico, así como el modelado en general o la falta de detalle en algunos importantes como las animaciones y las texturas relegan este juego a una segunda fila.A favor podemos decir que el juego incluye combates realmente interesantes y épicos. Incluso podrás trepar sobre los enemigos más grandes para asestarles un golpe letal y definitivo. Y es que los combates contra enormes criaturas son el elemento más espectacular del juego, y por ellos seguirás echando una partida tras otra.

Dragon’s Dogma es un juego notable, que cuidado un poco más podría haber sido sobresaliente. En cualquier caso, es una buena opción para todo aquel que no pueda pasar sin hincarle el diente a un nuevo RPG.

Esto es BAZINGA!, donde sabemos que con los peones se puede jugar a más cosas que al ajedrez.

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