OPINIÓN

DEAD ISLAND: vacaciones, superviviencia y zombies

DEAD ISLAND: vacaciones, superviviencia y zombies
DEAD ISLAND: vacaciones, superviviencia y zombies
DEAD ISLAND: vacaciones, superviviencia y zombies

Nos ponemos en situación: Dead Island. Un resort de vacaciones de lujo en una isla tropical. Un “evento zombie”. Un juego de acción en primera persona sandbox con puntos de RPG. Un puñado de protagonistas con la personalidad de un puré de verduras: La experiencia más cercana a protagonizar una película de Romero que se puede tener en una consola.

Dicho esto, como descripción básica de juego, y tras probar Dead Island, uno sólo puede decir que a pesar de ser terriblemente divertido, y adictivo, es uno de los juegos con más bugs por pixel cuadrado, y con las jugabilidad más infernal, de los que hemos podido disfrutar, o sufrir, en los últimos años: El juego tiene un acabado técnico terrible, pero oigan, es tan entretenido…

El juego no es ningún destello de orginalidad: Tenemos un entorno abierto en el que tendremos que ir realizando misiones, del punto “A” al “B·de manera interminable, al puro estilo “Fall Out” (por ejemplo, entre otros muchos títulos). Un sistema de juego tan, tan, tan parecido al de DEAD RISING 2 (también de zombies, mira tú por donde) que si yo fuera uno los abogados de Techland (la desarrolladora del juego) ya estaría tratando de abandonar el país con una gabardina con el cuello subido, gafas de sol, sobrero y barba postiza, por si las moscas. El banco de trabajo en el que se reparan y fabrican armas es, si no el mismo, de la misma marca. Y para rematar, un intento de survival horror, que por momentos nos puede recordar a algún Resident Evil, en el que nunca (en serio) mueres: simplemente reapareces a los 10 segundos con un 10% menos de dinero.

DEAD ISLAND: vacaciones, superviviencia y zombies

Con esta mezcla tenemos un juego que, sin duda ha sido publicado sin ningún tipo de pulido. Los fallos gráficos son tan abundantes que llega un momento en el que resultan cómicos: en una de las primeras cinemáticas del juego, en su modo historia, vemos como un vehículo aparca, sin ningún tipo de problema, sobre (o mejor dicho “EN”) diversos elementos del escenario. Elementos que se superponen, un pop-up infernal y algunos trabajos de texturados y dinámicas realmente terribles. Una serie de errores imperdonables a estas alturas. Si a alguien le sirve de consuelo, las playas les han quedado preciosas y los suburbios de la ciudad están muy logrados.

La jugabilidad… Bueno, se podría decir que es DESASTROSA. Alcanzarle a uno de los zombies atacantes en el “torrao” a la primera es realmente difícil; pero cuando lo consigues, es tan gratificante… Y es que el control de las armas es bastante complicado. Requiere del jugador, coordinación, reflejos, y un “potra” que ya la quisiera yo en un casino. No vamos a decir que es injugable, pero tratar de avanzar por la ciudad en uno de los coches del juego es… Bueno, es mejor ir a pata y enfrentarte a todos los horrores del infierno no muerto que ir conduciendo de un sitio a otro. ¿Es entonces un título que no merece la pena jugar? Pues no me atrevería yo a decir eso, porque pasados los diez primeros minutos, uno está enganchado. El jugador se convierte en una picadora de carne virtual y se dedica a avanzar por la isla realizando misiones y abriéndose camino a machetazo limpio.

DEAD ISLAND: vacaciones, superviviencia y zombies

Esa es otra, hasta el episodio 2 del juego, a eso de las tres horas (aproximadas del juego) todavía no hemos encontrado ningún arma de fuego. A los amantes del gatillo les resultará algo frustrante. Pero más frustrante resultará para ellos, una vez encontradas las primeras pistolas, descubrir que su efectividad contra los zombies… Bueno, como insultarles, o decirles que su comportamiento no está siendo del todo correcto, o pedirles, por favor (siempre con educación, que una situación tan desesperada como ésta no es excusa para dejar de ser amable) que se hagan a un lado y te permitan abandonar la isla. Os propongo un divertido reto: tratad de derribar a unos de esos mostrencos de dos metros con camisa de fuerza a base de pegarle “tiritos” con vuestra “Beretta 92FS” en mal estado.

A pesar de todo, es difícil lanzar este juego a las llamas purificadoras de una crítica demoledora, de esas que hacen llorar a los desarrolladores y cerrar a los estudios. El juego, técnicamente, es flojo, muy flojo. Su historia carece de encanto o personalidad. Pero no puedes evitar estar ahí, pasándotelo bien. Es como ir a la boda de uno de tus primos: es vergonzoso y terrible, pero no puedes evitar estar ahí y, maldita sea, te lo estás pasando bien.

DEAD ISLAND: vacaciones, superviviencia y zombies
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Dead Islad es un juego que en el momento de su anuncio nos prometía una feliz despedida del verano, pero que ha terminado siendo un juego que ha sacrificado su acabado (de manera muy grave) para llegar a tiempo a la cita con los mercados. Aunque deficiente, ofrece un nivel de diversión (y de pique, para qué negarlo) sólo comparable a los litros de sangre que quedarán salpicando el suelo tras un par de partidas. Si eres un jugador valiente, que no teme adentrarse en este infierno de no-muertos, te recomendamos el libro GUÍA DE SUPERVIVIENCIA ZOMBIE de Max Brooks. Tampoco te vendrá nada mal algo de sentido del humor y algo de condescendencia. A pesar de todo, de verdad, te lo vas a pasar bien.

Esto es BAZINGA, donde nos prometieron zombies, y nos han dado zombies por un tubo.

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