La soja, una legumbre muy rica

Considerada en la China milenaria una de las cinco semillas sagradas junto al arroz, el trigo, la cebada y el mijo, la soja es una recién llegada a la dieta occidental con aptitudes para quedarse.

Base de la alimentación oriental consumida principalmente en el tofu, esta legumbre, además de ser la principal fuente de proteínas para los vegetarianos por contener ocho de los nueve aminoácidos esenciales, tiene más beneficios.

Su alto contenido en proteínas vegetales y en ácidos grasos omega 3 y 6 evitan la formación de placas de colesterol en el organismo y contribuyen a la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Para ello, también ayuda su alto contenido en lecitina de soja, un potente reductor del colesterol. Según la FDA (agencia del Gobierno estadounidense responsable de la regulación de los alimentos), 25 gramos de proteína de soja al día, junto con una dieta equilibrada, disminuyen el colesterol LDL, el llamado popularmente malo.

Además, la soja es una buena fuente de minerales como el magnesio y el hierro, de vitamina B, posee mucha fibra y no contiene lactosa.

Ventajas para las menopáusicas

Las mujeres menopáusicas ya han descubierto que las isoflavonas de soja alivian los sofocos, ya que son fitoestrógenos que van a sustituir las hormonas que la mujer pierde progresivamente a partir de los 45 años. Además, según señala el doctor Javier Haya, presidente de la Sociedad Española de Ginecología Fitoterápica, "las isoflavonas evitan la descalcificación ósea característica de la menopausia".