"Cuando te donan un órgano no sólo salvan tu vida, es que traen la felicidad a una familia"

  • Hoy 1 de junio se celebra el Día Nacional del donante de órganos y tejidos.
  • En España hay 4.000 personas en espera de un riñón.
  • 115 personas con muy pocas opciones de trasplantarse logran un riñón gracias al programa Pathi para pacientes autoinmunes.
  • Ana Mª Muñoz vive con el riñón donado por la familia de un fallecido.
Ana María Muñoz, trasplantada de riñón gracias al programa PATHI para pacientes con alta tasa de rechazo a órganos.
Ana María Muñoz, trasplantada de riñón gracias al programa PATHI para pacientes con alta tasa de rechazo a órganos.
JORGE PARÍS
Ana María Muñoz, trasplantada de riñón gracias al programa PATHI para pacientes con alta tasa de rechazo a órganos.

"La gente no sabe hasta qué punto es difícil encontrar donante compatible. Y en mi caso muchísimo más". Ana María Muñoz, de 31 años, es una de las 115 primeras personas que han podido beneficiarse del incipiente programa Pathi de la ONT, diseñado para pacientes renales que por su situación inmunológica tenían muy pocas opciones de trasplantarse.

Muñoz tiene síndrome de Alport, una enfermedad genética que, tal y como se lo explica a sus amigos, hace que su riñón "vaya menguando, como si tuviera Alzheimer en él". Esta joven ha permanecido cuatro años en la lista de espera de trasplantes —donde hay actualmente 4.000 personas— hasta que el cuarto intento fructificó.

En la primera ocasión le dijeron que había otra receptora más compatible que ella. La segunda vez, que las pruebas analíticas auguraban el rechazo seguro. Lo mismo ocurrió en el tercer intento. Por fin, a la cuarta, llegó el riñón adecuado.

Su caso es especial porque forma parte de ese 20% de los pacientes renales en lista de espera cuyo sistema autoinmune dificulta los trasplantes. Por eso ha sido candidata al programa Pathi, que aprovecha los últimos avances en analítica para detectar con alta fidelidad y prontamente los órganos susceptibles de ser trasplantados a estos pacientes.

"Al principio vas ilusionada, pero con mucho miedo al trasplante. No me lo tomé muy mal, pero creo que era porque iba demasiado asustada". La segunda vez se desmoronó. "Iba ilusionadísima y salí de allí llorando como una niña chica".

Por su juventud, Muñoz ha sufrido más psicológicamente que físicamente el proceso de espera. "Hasta que te das cuenta de que o coges el camino en positivo o lo coges en negativo y te hundes". A partir del segundo aviso ya iba mentalizada de que por sus características autoinmunes podía ser rechazada de nuevo.

"Si viene viene, y si no, pues a esperar", se dijo el año pasado y tras mucho tiempo de posponer su vida, de colocarla en stand-by, decidió empezar a sacarse el graduado escolar. En febrero sonó el teléfono por cuarta vez. Sería la definitiva. Había llegado por fin el órgano adecuado para ella.

Del donante tan solo sabe que era de Murcia. Por supuesto que le gustaría agradecer a su familia el inmenso gesto de la donación, pero entiende los protocolos y el necesario respeto. En España, a diferencia de otros países, está estipulada la confidencialidad del donante.

Desde la operación Muñoz se siente "francamente bien". Ya no le pesan las piernas ni los brazos. Ya no siente ese cansancio perenne. Y ya puede comer todas las frutas del mundo, con lo que a ella le gustan plátanos, mangos y kakis. Además, el pan de su almuerzo ya puede llevar sal. El riñón donado ha puesto fin también a las largas sesiones de diálisis que le obligaban a cancelar numerosos planes sociales.

"Con un riñón se puede vivir y funcionar perfectamente" constata radiante. Las revisiones médicas se van espaciando. Empezaron cada semana, pasaron a ser cada quince días y la última le han dado para veinte.

Con motivo del día del donante, Ana María Muñoz dice respetar los cuestionamientos religiosos de cada cual, pero enseguida puntualiza que, en su opinión, "los cuerpos cuando la vida se acaba se agotan para el que muere. Y, entonces, tiene que reconfortar saber que a otra persona le devuelves la vida. Pero cuando te donan un órgano no solo salvan tu vida es que traen la felicidad a una familia".

Programa Pathi

La ONT puso en marcha hace un año un programa para aumentar las posibilidades de trasplante en este tipo de enfermos. Estos pacientes, debido a un trasplante previo, a una transfusión o a un embarazo, desarrollan elevada tasa de anticuerpos frente a los tejidos extraños, lo que dificulta enormemente la búsqueda de un donante compatible.

El 50% de los pacientes de trasplantantados gracias a Pathi llevaban más de siete años en lista de espera y el 25% más de diez años. Cada año más de cien enfermos podrán beneficiarse de este programa y mejorar su calidad de vida.

Los que se han beneficiado de un trasplante por este programa son en un 56% hombres. Teienen edad media de 52 años, con un mínimo de 7 y un máximo de 78. La causa principal de la inmunización fue un trasplante previo. "Este tipo de enfermos se han visto desfavorecidos por su propia situación inmunológica. Ha sido todo un reto lograr un programa capaz de ofrecerles la oportunidad de mejorar sus posibilidades de acceso a un trasplante", ha asegurado Rafael Matesanz, director de la ONT. En el Pathi participan 27 hospitales de 15 Comunidades Autónomas.

En relación a la efeméride del día del donante, Matesanz ha adelantado que mejora el ritmo de las donaciones, que si el año pasado cerró con 40 donaciones por millón de habitantes, el 2016 podría cerrar con 42 donaciones por millón de habitantes.

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