Tan salado no es sano: el contenido de sal de los alimentos procesados aumenta desde 2010

  • La presencia de sal en los alimentos procesados aumentó un 6%.
  • El 75% de la sal consumida viene de los alimentos procesados.
  • Desde 2010, la presencia de sal ha aumentado en pan, bollos, galletas, platos preparados de carnes y pescados, sucedáneos de angulas, fuet y jamón cocido.
Imagen de un carrito lleno de productos en un supermercado.
Imagen de un carrito lleno de productos en un supermercado.
Vivek Prakash / REUTERS
Imagen de un carrito lleno de productos en un supermercado.

El exceso del consumo de sal en la dieta diaria puede suponer un problema de salud, ya que entre otros problemas serios puede producir hipertensión arterial. Además, los estudios llevados a cabo por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) señalan que los españoles toman el doble de sal (10 gramos) de la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la población en general, 5 gramos.

Sin embargo, el contenido de sal de los alimentos procesados en España ha aumentado desde 2010. Y ello pese a que en 2006 hubo un acuerdo de los fabricantes con la Administración para reducir el porcentaje de sal en el pan.

Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en el que se han analizado más de 200 productos, la presencia de sal en los alimentos procesados que se venden en España ha aumentado un 6% con respecto a 2010, especialmente en bollos, galletas, pan y platos preparados con carne o pescado.

El 75% de la sal consumida viene de los alimentos procesados, lo que llevó a la OCU a analizar en el laboratorio 209 productos elaborados habituales en la dieta de muchos ciudadanos, como carnes, pescado, pan, patatas fritas, pizza, atún, platos de arroz y pasta, entre otros, para estudiar su contenido en sal.

Los datos fueron comparados con los obtenidos en un estudio similar realizado en 2010, lo que ha permitido comprobar que el contenido de sal en los alimentos ha crecido de media un 6%.

No obstante, la evolución no ha sido similar en todos los grupos de alimentos, ya que el porcentaje de sal ha bajado en croquetas y empanadillas, verduras congeladas y en conserva, platos de arroz y pasta, caldos cremas y sopas, tomate frito, latas de atún y mejillones, pizza, queso fresco, pan de molde y patatas fritas.

En cambio, otros han incrementado su contenido, especialmente bollos y galletas, donde ha crecido un 118%, además de platos preparados de carnes y pescados, sucedáneos de angulas, fuet y jamón cocido.

El estudio destaca también un incremento de sal en el pan, un producto que por su consumo cotidiano supone casi la mitad de la ingesta diaria de sal recomendada (2,2 gramos). En 2006, el porcentaje de sal en el pan se había reducido por el acuerdo al que llegaron los fabricantes con la Administración. Sin embargo, los resultados del análisis demuestran que ahora el contenido ha crecido en un 16% respecto a 2006.

La OCU recomienda a los ciudadanos reducir el consumo de alimentos procesados y optar por alimentos caseros, que son “más sanos”. De igual modo, pide estar atentos a la información nutricional que aparece en los envases para comparar la cantidad de sal entre las distintas marcas. Si la cantidad viene expresada en sodio, es necesario multiplicar por 2,5 para obtener el contenido en sal.

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