Un aparato con olor a calcetines sucios para acabar con la malaria

  • Un doctor tanzano descubre que lo que gusta a los mosquitos que transmiten la malaria y que suelen picar en las piernas es el olor de los calcetines sucios.
  • Prepara un prototipo, que imita a un ser humano, con productos sintéticos que imitan el olor de los calcetines sucios para atraer a los mosquitos y matarlos.
  • Grand Challenges y la Fundación de Bill Gates le han entregado 800.000 dólares.
Mosquito de la malaria.
Mosquito de la malaria.
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Mosquito de la malaria.

Entre tanta alta tecnología destinada a luchar contra las enfermedades, sorprende que a veces lo más simple, casi grotesco, pueda servir para acabar con una enfermedad como la malaria, que mata a casi 800.000 personas al año. Provoca risas y parece mentira, pero los calcetines sucios son un arma eficaz para luchar contra la malaria.

El doctor tanzano Fredros Okumu ha descubierto que lo que realmente les gusta a los mosquitos que transmiten la malaria son los calcetines sucios. Se sienten atraídos de forma irresistible por el olor de los calcetines sucios. Ahora se trata de aprovecharse de esa "debilidad" para producir un aparato que capture y mate el peligroso insecto.

Okumu ha tenido que soportar más de una broma pesada. Pero los que antes se reían de la seriedad de su investigación ahora tienen menos motivos para tomarse a broma el trabajo del doctor, que acaba de recibir 800.000 dólares de Grand Challenges Canada y la Fundación Bill y Melinda Gates para producir un aparato que capture los mosquitos que causan la enfermedad.

250 millones nuevos casos cada año

El doctor Peter Singer, presidente de Grand Challenges Canada, una organización única de su tipo entre los países del G8 y que utiliza fondos canadienses para el desarrollo para premiar ideas innovadoras y atrevidas, tampoco considera que la investigación de Okumu es una broma.

"Ya no es materia de discusión. Ahora sabemos que los mosquitos huelen ciertos compuestos en las personas. Por eso es por lo que van hacia ellos". explica Singer.

En el mundo se producen cada año 250 millones nuevos casos de malaria. Casi 800.000 personas mueren anualmente a causa de esta enfermedad. Y la mayoría de los muertos son niños.

La búsqueda de una solución a la malaria es uno de los grandes desafíos médicos de todo el mundo. Y la investigación del doctor Okumu ha abierto una prometedora nueva vía para atajar el problema.

Una larga investigación

Para llegar a ese conocimiento, el doctor Okumu y su equipo del Instituto de Salud Ifakara de Tanzania tuvieron que completar una detallada investigación.

"Los mosquitos pican en la zona de las piernas y no ven a las personas, sino que huelen a la gente. Así que el desafío inicial era identificar los químicos que los humanos producen y que atraen a los mosquitos", explicó.

Tras largas investigaciones, determinó que una mezcla de productos que huele igual que calcetines sucios es la que más atrae a los insectos.

Para verificar las pruebas, en una pequeña comunidad del país africano, colocó en el interior de una vivienda la mezcla sintética y en otra casa cercana a un "conejillo de indias" humano. "Lo que comprobamos es que de forma consistente, cuatro veces más mosquitos acudían a la casa con la mezcla sintética que a la casa con el voluntario", dijo Okumu.

Atraerlos para matarlos

Pero el objetivo final de Okumu no es atraer a los mosquitos que transmiten la malaria, sino matarlos. Para ello ha creado un aparato que imita a un ser humano. En su interior ha colocado los "calcetines sucios" y agentes para liquidar a los mosquitos.

Con el dinero de Grand Challenges Canada y la Fundación Bill y Melinda Gates, durante los dos próximos años Okumu mejorará el aparato, estudiará su impacto epidemiológico, averiguará el mejor lugar para colocar los aparatos en los poblados y encontrará la forma culturalmente más práctica para su utilización. Tras dos años, el investigador espera tener un prototipo listo para su producción masiva.

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