Secretos del Mediterráneo: escapada para dos en el corazón del Mare Nostrum

Cuentan las leyendas que el mar Mediterráneo ha sido escenario de algunas de las historias de amor más románticas y también más apasionadas de todos los tiempos. Hablamos de romances de película, como el protagonizado por Ava Gardner en Pandora y el holandés errante, filmada en Tossa de Mar (Gerona). O amores legendarios como el que vivieron el gigante Roldán y una hermosa doncella en la isla situada frente a las costas de Benidorm.

Un baño relajante

Pero, antes de conocer el final de este relato, emprendemos una ruta por Cataluña que arranca en Cadaqués, en la provincia de Gerona. En esta localidad, que hizo famosa Salvador Dalí, merece la pena organizar una ruta a pie hasta el faro de Cap de Creus.

A quienes prefieran disfrutar de un baño tranquilo, en una cala cristalina y alejada de las multitudes, les aconsejamos darse una vuelta por Aigüa Xelida, en Tamariu; Illa Roja, en Begur; o la cala Pola, en Tossa de Mar.

También existe la posibilidad de vivir un día de navegación en un barco o velero, sorteando las calas y los acantilados e incluso dándose un chapuzón en alta mar. Esta opción es posible desde muchos puertos de la Costa Brava. Y, con un poco de suerte, se pueden ver delfines y numerosas aves marinas. Al llegar a tierra, y para recuperar fuerzas, se agradece que algunos de los mejores restaurantes de España tengan sede, precisamente, en la Costa Brava.

Amor entre castillos

Los que quieran revivir algunos de los finales de cuento más románticos, pueden hacer un recorrido por los castillos de esta zona. Pueblos que conservan intacto su esplendor medieval, como es el caso de Peralada. En este castillo también es posible disfrutar de sus bodegas y conocer todos los secretos de la elaboración de sus vinos.

Otros escenarios medievales con encanto de Cataluña son Beget, Besalú o Rupit, este último considerado por muchos como el pueblo más bonito de Barcelona.

Siguiendo la estela que marca el mar, en la vecina Comunidad Valenciana es visita obligada Culla, un pueblo medieval situado en la provincia de Castellón.

Y, sin salir de esta zona, se recomienda darse una vuelta por Morella, un lugar "digno de reyes", según afirmaba el mismísimo Jaime I. Aquí se puede dar un romántico paseo atravesando las murallas que rodean la ciudad, que está franqueada por siete puertas y diez torres.

A tan solo una hora de coche, en Peñíscola, una empinada cuesta conduce hasta su fortaleza-palacio, también conocida como Castillo del Papa Luna. En la bajada, se puede parar en los puestos callejeros para comprar una joya artesanal como recuerdo de esta bonita escapada.

Inolvidables atardeceres

Ya en Valencia, capital del Turia, en la zona conocida como La Albufera hay que aprovechar las últimas horas del día para presenciar uno de los atardeceres más románticos de todo el Mediterráneo. Y pasear por la laguna en las albuferencs, embarcaciones típica de la zona.

A poco más de veinte kilómetros de la capital y 30 minutos en barco desde el puerto de Santa Pola, se llega hasta la famosa isla de Tabarca. Antiguo refugio de piratas, es uno de los rincones más especiales de la provincia de Alicante. Los primeros barcos para llegar a la isla salen sobre las 10.00 de la mañana y vuelven a media tarde, aunque es posible quedarse a dormir allí.

Otra opción es desplazarse hasta la cima de la montaña de Puig Campana (Cordilleras Prebéticas, Alicante) para conocer el desenlace de la historia del gigante Roldán. Y aquí haremos spoiler y diremos que fue capaz de dar su vida por amor.

Tras el atardecer, nada mejor que terminar el día con una cena romántica y el sonido del mar como música ambiente. Para ello nos esperan los restaurantes de los paseos marítimos y calas de la provincia más meridional de la región valenciana.

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