Entre los siglos IX y XII, este camino era el mas utilizado por los peregrinos que huían de las invasiones musulmanas. Luego, durante la Reconquista fue dejando protagonismo al Camino Francés. El trayecto montañoso no le ayudó frente a caminos mas llanos, de ahí que estuviera olvidado durante siglos. Sin embargo, hoy las 22 etapas de su itinerario vuelven a la primera línea en un recorrido de montaña que sorprende por su belleza y los numerosos tesoros naturales que se encuentran durante el trayecto.
Estos son algunos lugares donde merece la pena pararse, en un camino que empieza en Bilbao, se adentra en la zona montañosa de Palencia, Burgos y León para finalmente llegar a Villafranca del Bierzo.
De Bilbao a Güeñes
Una de las primeras etapas de este camino que comienza en Bilbao es Güeñes-Nava De Ordunte, un recorrido cómodo y sin demasiada dificultad. Merece la pena disfrutar de Balmaseda, una localidad con mucho encanto y con un importante patrimonio histórico, representado en el Palacio Urrutia, la iglesia de San Severino, el bonito puente de la Muza o puente Viejo y el palacio Horcasitas o Buniel. Imprescindible visitar la ermita de San Roque, del siglo XIII, que está en la cima del monte Kolitza, .
Nava De Ordunte - Espinosa De Los Monteros
Continuamos desde Nava de Ordunte bordeando el embalse de Ordunte, en el camino te encontrarás con la ermita de Taranco. Una etapa que transcurre entre aguas y bosques, pero también disfrutarás de la belleza de las praderas verdes y pueblos con mucho encanto, Uno de los principales lugares del recorrido es Espinosa de los Monteros, en el norte de Burgos. Este bonito pueblo cuenta con un rico patrimonio histórico. Destaca: la torre de Cantimplor, la Plaza de Sancho García, la Iglesia de Santa Cecilia, la Torre de los Velasco, el Palacio de los Marqueses de Chiloeches y por supuesto, la arquitectura típica de casas con soportales y galerías acristaladas.
Santelices - Arija
Comienza esta etapa cruzando el río Engaña por un viaducto de una antigua vía de ferrocarril convertida en camino natural. Una ruta relajada que conduce hasta Arija, localidad de Burgos, que además de su precioso puente de entrada, tiene playas naturales de arena fina que nos ofrece el embalse del Ebro. Está separada en dos barrios, el de Arriba o Antiguo y el de Abajo llamado Barrio de Virga. Es una buena opción para el descanso, y por supuesto, disfrutar de la gastronomía de la zona con productos típicos de la matanza.
Bimón- Aguilar de Campoo
Seguimos el itinerario por zona de monte. En el camino localidades como Bimón, Villafría o Retortillo. Antes de llegar a Olea, merece la pena hacer una parada en Cervatos, para visitar la Colegiata de San Pedro, joya del románico erótico en la que no faltan las escenas "subidas de tono".
La ruta nos lleva hasta Aguilar de Campoo, un precioso pueblo medieval de la comarca palentina a orillas del río Pisuerga. En esta localidad destaca el monasterio de Santa Clara, donde las monjas clarisas elaboran unos dulces artesanos que te ayudarán a reponer fuerzas. También para visitar, la Plaza de España, con casas de balcones acristalados y soportales, y la colegiata de San Miguel. Además, cuenta con un barrio judío con típicas casas de ladrillo y entramado de madera.
Cervera de Pisuerga-Puente de Muhey
Una de las cosas mas interesantes que encontraremos en esta ruta se encuentra a las afueras de Corvio: una necrópolis esculpida en las rocas. El camino continúa siguiendo la ruta del río por diversos parajes y pueblos hasta Cervera de Pisuerga, localidad que recibe al peregrino mostrándole sus grandes tesoros, como su Plaza Mayor de estilo castellano, con soportales y columnas de piedra, sus casas blasonadas, entre las que destaca la Casa de los Leones con dos impresionantes escudos en su fachada.
Ya en la provincia de León, continuamos camino por rutas de bosque para terminar haciendo una parada en Puente de Muhey, de donde se tienen referencias que había un hospital de la Orden de Malta. Aquí destaca, la ermita románica de Nª Sra. de las Angustias y el puente viejo.
Cistierna- Vegacervera
No son pocas las sorpresas que aguardan en este camino que sorprendentemente durante mucho tiempo estuvo olvidado. Una de ellas está en la iglesia románica (siglo XII) del pueblo leonés de San Martín de Valdetuéjar, donde se representa en imágenes el castigo de San Guillermo a dos peregrinas convirtiéndolas en sirenas por haber seducido a unos monjes. Y tras dejar Cistierna, el Viejo Camino de Santiago nos conduce hasta Yugueros, donde además de quedar fascinados por el paisaje, hay que hacer una parada para visitar la Iglesia del Salvador. Durante la ruta van apareciendo a nuestro paso increibles paisajes, también fortalezas y pequeños pueblos que no pueden ocultar los restos de su pasado minero.
Hay que cruzar el río Curueño por el puente romano para entrar en Valdepiélago, y cerca, la ermita de Valdorria y la cascada de Valdorria, un impresionante salto de agua. Sin duda, uno de los lugares mas mágicos que encontramos en esta etapa. Ya en Vegacervera, lo mas recomendable es visitar las cuevas de Valporquero, todo un capricho de la naturaleza.
Piedrasecha- Riello
En Piedrasecha encontramos un tesoro geológico no demasiado conocido, el desfiladero de los Calderones, una de las grandes sorpresas que se pueden encontrar en el camino. Merece la pena una parada en este pequeño pueblo para disfrutar del contacto con la naturaleza. Las calizas que envuelven este desfiladero tienen nada menos que 360 millones de años.
Pequeños pueblos con el encanto de la vida tradicional, puentes medievales y unas vistas de infarto es lo que va apareciendo a lo largo de la ruta. Una de las localidades que mas te van a sorprender es Riello, situado en plena reserva de la Biosfera de Omaña y Luna. Iglesias, ermitas y molinos, y por supuesto el castillo de Benal. Pero además, es el lugar perfecto para degustar la gastronomía de la zona, con platos de caza y las truchas, sin olvidar los dulces con un ingrediente estrella en la zona, la miel, que se convierte en un aliado ideal para reponer fuerzas.
La Omañuela- Igueñas
Tras dejar Riello, encontramos una serie de bonitos pueblos en los que parece haberse detenido el tiempo. La Omañuela es uno de ellos. De apenas 10 habitantes, destaca por las construcciones de piedra y madera y por la tranquilidad que en él se respira. Además, cuenta con muestras de arquitectura popular, como hórreos, chozas de pastor y bonitos molinos. Otro pueblo sorprendente del camino es Barrio de la Puente, con un bello puente medieval que le da nombre. Hay también dos ermitas que bien merecen una parada: la de Nuestro Señor Jesús Nazareno y la del Santo Cristo.
Antes de llegar a Igüeña, se encuentra Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, un pueblo de nombre larguísimo y de increíble belleza. Declarado conjunto histórico-artístico por la UNESCO, es una de las joyas de este camino.
Llegada a Villafranca del Bierzo
En este último trayecto el camino es mas plano, y por consiguiente se hace mas fácil. Una etapa marcada por paisajes agrarios y viñedos con denominación de origen del Bierzo. Pero antes de llegar, todavía queda disfrutar de localidades como Cacabelos, un pueblo en pleno corazón del Bierzo, con un viejo puente, paso obligado para los peregrinos (y también para los que recorren el Camino Francés). Y por fin la llegada a Villafranca, un pueblo auténtico del Bierzo donde parece haberse detenido el tiempo. Ahora toca pasear por sus calles, visitar la iglesia de San Nicolás el Real o la Colegiata de Santa María. Y por supuesto, disfrutar de su buena gastronomía como colofón a esta bella aventura. El pueblo cuenta con la Puerta del Perdón, situada en la iglesia de Santiago (de estilo románico) y que permite obtener el jubileo a los peregrinos que no pueden llegar a Compostela.
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