El Hotel InterContinental recupera la Suite Ava Gardner, donde “el animal más bello del mundo” disfrutó de Madrid

Cama de la Suite Ava Gardner.
Cama de la Suite Ava Gardner.
IHG InterContinental.
Cama de la Suite Ava Gardner.

Año 1953. En el terreno que ocupara el Palacio del Duque de Aliaga, en el madrileño Paseo de la Castellana, abre sus puertas el actual IHG InterContinental Madrid, entonces bajo la marca Hilton, convirtiéndose en el primer hotel internacional de España que se inaugura después de la guerra civil. Para la gran fiesta de inauguración, que duró tres días y tres noches, su propietario, el hotelero americano Conrad J. Hilton, fletó un avión repleto de celebridades de la época dorada de Hollywood, entre ellas Liz Taylor, Gary Cooper, Sofía Loren, Charlton Heston y… Ava Gardner. Esta última, fascinada tanto con el hotel como con la ciudad de Madrid y su gente, vivió durante casi un año de manera ininterrumpida en la Suite 716 y visitó y se alojó en el actual InterContinental de forma asidua durante diez años más. Ava Lavinia Gardner, nacida en Brogden, Carolina del Norte, en 1922, vivió en este hotel y en esta suite sus fiestas más espléndidas y sus amores y desamores más sonados.

Ahora, tras un parón de año y medio por la Covid-19, el IHG InterContinental Madrid ha reabierto al público desde el pasado 23 de agosto y ha decidido rendir un merecido homenaje a la estrella de Hollywood que tan intensamente vivió y amó en sus salones y estancias renombrando la citada suite 716 como Suite Ava Gardner. El mobiliario de esta espectacular estancia de 140 metros cuadrados apenas ha cambiado desde que la ocupara “el animal más bello del mundo”, unos de sus apelativos (que ella odiaba); también se la llamó “la octava maravilla del mundo” por su singular belleza, exuberante atractivo y desbordante simpatía. 

Salón con gran espejo de la nueva Suite Ava Gardner.
Salón con gran espejo de la nueva Suite Ava Gardner.
IHG InterContinental.

La suite, a un precio estimado de unos 1.900 euros la noche, absorbe y cautiva la luz de Madrid a través de sus ventanales y espejos y dispone de dormitorio con cama con dosel, un gran cuarto de baño (recordados son los baños de leche que solicitaba la actriz por las mañanas, para recuperarse del ajetreo nocturno), salón con escritorio, vestidor y una terraza privada con vistas al Paseo de la Castellana, orientada hacia el noreste, con la sierra madrileña entrevista entre los rascacielos del centro financiero de la capital. En los años 50 la terraza ofrecía a la diva una vista mucho más despejada del Paseo de la Castellana y del horizonte madrileño.

El paso de la actriz por este emblemático establecimiento madrileño dejó muchas huellas e innumerables anécdotas, como en una ocasión en que la actriz llegó al hotel a altas horas de la madrugada encaramada en el pescante de un camión de la basura. Ava no encontró taxi para regresar a esas horas y, fiel a su carácter desenfadado y a su simpatía, pidió a unos basureros que hicieran el favor de llevarla al hotel en su camión. Ava Gardner adoraba Madrid, a su gente, sus calles, sus restaurantes y cafés, las tardes de toros en Las Ventas y las noches de flamenco en los tablaos. 

Ava Gardner y Frank Sinatra en el emblemático hotel de Madrid.
Ava Gardner y Frank Sinatra en el emblemático hotel de Madrid.
EFE.

Goodbye, Frank

En alguna ocasión Ava Gardner se alojó en este hotel con su entonces marido, el cantante y actor Frank Sinatra, y también fue aquí donde vivió su ardiente amorío con el torero madrileño Luis Miguel Dominguín. Los mitómanos pueden sentarse en el lobby del hotel en el lugar exacto en el que Ava mandó a Frank Sinatra a freír espárragos, como se diría entonces, para disfrutar de su nueva vida madrileña y sus nuevas amistades. 

Ava Gardner con el torero Luis Miguel Dominguín.
Ava Gardner con el torero Luis Miguel Dominguín.
EFE.

“La octava maravilla del mundo” le dio puerta a “La Voz” en una de las rupturas temporales de su tormentoso matrimonio. Por eso se dice que a Frank Sinatra nunca le gustó Madrid ni España ni, por supuesto, el flamenco ni, mucho menos, los toreros.

Restaurante El Jardín.
Restaurante El Jardín.
IHG InterContinental.

El jardín del hotel era uno de los lugares preferidos de la actriz, donde se recluía a descansar, y era habitual verla en la cúpula principal bajo el gran chandelier (lámpara de techo) disfrutando de un cóctel. Tal era la vinculación de Ava Gardner con el InterContinental Madrid que parte de la serie de TV Arde Madrid se ha rodado en las instalaciones del hotel, recreando la firma del contrato de la película 55 días en Pekín, que tuvo lugar en su suite personal.

El espectacular lobby del hotel.
El espectacular lobby del hotel.
IHG InterContinental.

El famoso Brunch de los Domingos

Durante el año y medio que el IHG InterContinental Madrid ha permanecido cerrado por la pandemia se ha aprovechado para llevar a cabo mejoras en las instalaciones técnicas e implementar estrictas medidas de higiene para garantizar un servicio cinco estrellas libre de Covid. No hace falta alojarse en el hotel para disfrutar de su historia y su servicio, de su bar o de su restaurante El Jardín y almorzar en la acogedora terraza interior. Una buena recomendación para quienes quieran visitarlo es reservar para el Brunch de los Domingos, un referente gastronómico en Madrid, con más de doscientas especialidades de cocina nacional e internacional en formato buffet. El precio es de 74 euros por persona (niños de 4 a 12 años, 37 euros) e incluye bebidas seleccionadas. Ojo, hay que reservar y está muy solicitado. Más información en madrid.intercontinental.com.

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