Cinco escapadas a pueblos y ciudades increíbles cerca de Madrid

BUITRAGO DEL LOZOYA (Madrid)

Situado a los pies de la sierra de Guadarrama, este es el único pueblo de Madrid que conserva intacta su muralla medieval. El casco antiguo ocupa un promontorio sobre el río Lozoya, que dibuja una curva en torno a él. Presidido por el castillo de los Mendoza, que ha acogido a muy diferentes personajes de la historia, desde Juana la Beltraneja hasta Felipe III, sus calles encierran muchas historias. Nos la cuentan monumentos como la Torre del Reloj, la iglesia de Santa María y el Museo Picasso, con dibujos y cerámicas que el pintor malagueño regaló a su peluquero, Eugenio Arias. buitrago.org

Getty Images/iStockphoto

SEPÚLVEDA (Segovia)

Fue una fortaleza romana y una alcazaba árabe antes de ser reconstruido en tiempos del conde Fernán González. El castillo de Sepúlveda, que marca el límite de las murallas, se alza en la Plaza Mayor, rectangular y parcialmente porticada. Aquí debe comenzar nuestra visita, que nos llevará por un interesante conjunto de iglesias románicas. Entre ellas la de El Salvador y la de los santos Justo y Pastor, donde se ubica el Museo de los Fueros. El privilegio mayor aquí es disfrutar del Parque Natural de las Hoces del Duratón, con sus acantilados, buitres y ermitas como la de San Frutos. Sí, es la de La casa de papel. turismosepulveda.es

Frank Fischbach

CONSUEGRA (Toledo)

Enclavados en lo alto del cerro Calderico para aprovechar mejor las corrientes de aire, los doce molinos que lo coronan dibujan la línea del horizonte de La Mancha toledana. Sentirse como Don Quijote sí es posible: a nosotros también nos parecerán gigantes bajos sus aspas. Cuatro de ellos -Rucio, Bolero, Espartero y Sancho- conservan su maquinaria original, del siglo XVI. El castillo es la segunda gran atalaya de Consuegra. Desde él la Orden de San Juan de Jerusalén contemplaba sus dominios… Muy de la tierra nos sentiremos después de comer un buen plato de migas, pisto o unos duelos y quebrantos. consuegra.es

DANIEL VILLALOBOS

SIGÜENZA (Guadalajara)

Doña Blanca de Borbón, esposa del rey Pedro I El Cruel, vivió confinada en su castillo, situado en la parte más alta de la ciudad sobre una primitiva fortificación celtibérica, que luego fue romana y más tarde torre de vigía visigoda y alcazaba islámica. Convertido hoy en Parador, es uno de los dos grandes monumentos de Sigüenza, junto a la Catedral, que empezó siendo románica y terminó gótica. En su interior se encuentra el sepulcro del doncel Martín Vázquez de Arce, una de las estatuas yacentes más bellas del mundo. Aunque hayamos venido a verle a él, no debemos marcharnos sin descubrir otros rincones, como la renacentista Plaza Mayor. visitasiguenza.es

arevalo.es

ARÉVALO (ÁVILA)

Hasta la Edad Media viajaremos si nos situamos en el centro de la plaza de la Villa, irregular y porticada, toda hecha en madera, piedra y ladrillo, de suelo empedrado. En ella podemos ver una fuente gótica con cuatro caños y dos iglesias, la de San Martín y la de Santa María, mudéjares ambas, como el castillo, construido en el siglo XIV en un extremo de la población, entre los ríos Adaja y Arevalillo, residencia de Isabel La Católica durante su juventud. La puerta de Alcocer, único acceso que se conserva de la muralla, la plaza Real, casas señoriales, puentes y más iglesias completan el patrimonio de Arévalo, famoso por sus asadores. ¡Qué rico está el lechazo! arevalo.es

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