El origen del Día de Muertos, según la tradición mexicana: "La muerte es solo el principio del viaje"

Día de los Muertos en México.
Día de los Muertos en México.
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Día de los Muertos en México.

Cuando perdemos a un ser querido pasamos largas temporadas intentando continuar nuestra vida ante la ausencia de esa persona tan especial. El viaje entre la vida y la muerte es uno de los trayectos más complicados a los que nos enfrentamos, pero la muerte no siempre ha de ser vestirse de negro y llorar la pérdida.

La película Coco (2017) nos enseñó que la muerte es solo otro viaje más a lo largo de nuestra vida donde el color, la felicidad y la música son los mejores ingredientes para recordar a esa persona tan especial que falleció. Desde el 2003, la celebración del Día de Muertos fue declarada en Patrimonio Mundial Inmaterial por la UNESCO, considerada como “una de las expresiones culturales más antiguas y fuertes de los grupos indígenas del país”, explica la Fundación Casa de México en España a 20Minutos. Pero, ¿cómo fue su origen?

La historia y origen del Día de los Muertos

"Es una tradición que data de la época prehispánica, cuando los antiguos pobladores pensaban que la muerte era solo el principio del viaje hacia el Mictlán, donde los muertos se encontrarían con el dios Mictlantecuhtli y con la diosa Mictecacíhuatl". 

"Con la llegada de los españoles, se integraron diversos elementos de la fe católica como el pan de muerto y las calaveras de azúcar que vienen de los alfeñiques españoles". Y según la leyenda, el pueblo indígena dominante de la época prehispánica mexicana, los llamados mexicas, eran los encargados de viajar después de morir a través de las más de cinco regiones que se encontraban en el inframundo, el Mictlán.

¿Por qué se homenajea a los muertos de esta manera en México?

Desde Casa México aseguran que "el Día de Muertos es una celebración ancestral que simboliza el encuentro entre los vivos y los ya fallecidos". Durante esta celebración la tristeza y la nostalgia se convierten en fiesta, gozo y desparpajo para honrar a los queridos difuntos que por unas horas regresan al mundo de los vivos para unirse con sus familias. Para celebrar, las familias mexicanas construyen altares, un elemento fundamental que muestra el mestizaje de las religiones prehispánicas con la religión católica.

La creación del altar como homenaje a los muertos

Cada año durante el Día de Muertos se realiza altar en honor a las personas fallecidas que contará con diferentes escalones o niveles que representan los 'mundos' a los que el difunto debe de atravesar para llegar a su descanso eterno. Podemos encontrar dos que representa el cielo y la tierra. Tres, que representan el cielo, el purgatorio y el inframundo y finalmente de siete –representan los niveles del inframundo.

En este año, el diseño del altar de muertos de Casa de México en España rinde homenaje al México prehispánico e incorpora diversos elementos del arte popular con más de 100 calaveras de barro negro al mismo tiempo que se plantea como ofrenda para que nuestros visitantes se lo dediquen a sus propios difuntos siendo partícipes de esta tradición de forma simbólica y muy personal.

Altar Muertos en Casa México
Altar Muertos en Casa México
Casa México

El altar de este año, diseñado y conceptualizado por Fátima Cabañas, es decorado con papel picado y esferas de papel de seda, obra del taller Adornos de México, que simboliza el aliento vital el aire y la alegría de la festividad. De forma especial, en esta ofrenda se destacan cuatro intervenciones de obras del arte popular mexicano:

  • Tapete de Huamantla: tradicional tapete hecho de serrín de colores que forma un camino que da la bienvenida a los muertos y los conducen hacia la ofrenda, realizado por los artistas Angélica Vértiz y Rubén Pérez;
  • Arcos de flores: cinco portales formados por 35 mil flores multicolores con tono morados y anaranjados y que representan el paso entre el mundo de los muertos y el de los vivos;
  • Tzompantli (náhuatl), que significa en castellano 'hilera de cráneos', se construía por los mexicas para rendir culto a Huitzilopochtli, dios del sol y la guerra. Se recrea en esta ocasión con 132 calaveras de barro negro, realizadas artesanalmente en el pueblo de San Bartolo Coyotepec, Oaxaca, por Omar Fabián, Felipe Fabián, Tierra Lumbre y Artesanías Simón.
  • Xoloitzcuintles: acompañantes de almas. Es una exposición que muestra a los nahuales xoloitzcuintles, que son figuras sagradas zapotecas talladas en copal y pintadas a mano con tintas naturales. Los mayas y los mexicas los consideraban un guía para los difuntos a través del Mictlán.

En el altar tampoco pueden faltar los objetos que representan los cuatro elementos de la naturaleza:

  • El agua: simboliza la fuente de la vida y es necesaria para saciar la sed del difunto después de su largo viaje para volver al mundo de los vivos.
  • La tierra: son los frutos que nos dan de comer: maíz, calabaza, garbanzo y frijol.
  • Las flores: sirven para encontrar el camino hacia el altar, la más común, el cempasúchil que por su color como el sol y su fuerte aroma, sirve para mostrar el camino. También la flor de terciopelo, mano de león o cresta de gallo, cuyo color va desde el rojo carmín hasta el morado, que significa el duelo; y la nube, flor blanca, es la preferida cuando se trata de un muerto “chiquito”, es decir de un difunto niño.
  • El aire: representado con el papel picado, que al moverse nos anuncia la llegada de los difuntos. Da alegría y color a la ofrenda.
  • El fuego: las velas, velas, cirios o veladoras, significan la fe y la esperanza e iluminan el camino de las ánimas.

Hay otros objetos que, según la tradición de la región, el pueblo, la familia o la persona que se encargue de realizarlo suelen estar en una ofrenda como:

  • Calaveras: recuerdan que la muerte es parte de la vida y que todos somos mortales. Pueden ser de azúcar, chocolate, amaranto, barro.
  • Arcos: se elaboran con flores de cempasúchil o frutos para representar el paso entre el mundo de los muertos y el de los vivos.

Visita el altar gratis en Casa de México

Si quieres disfrutar de la belleza de este precioso altar puedes hacerlo visitando la Casa de México situada en Calle de Alberto Aguilera, 20. Es gratuito hasta el 14 de noviembre con previa reserva que puedes realizar desde aquí.

Aunque la muerte solo sea el principio del viaje, continúen haciendo maletas o recorriendo parajes insólitos, porque a pesar de que no sabemos si en otra vida existe algo mejor, primero tenemos que disfrutar de esta para descubrirlo.

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