David de Jorge: "Con vino y pan con queso se llega hasta el despacho presidencial de EE UU"

Disfruta cocinando, pero también escribiendo. El chef guipuzcoano David de Jorge, conocido por su programa Robin Food en ETB, recibió de manos de Antonio Fraguas, Forges, el Premio Blasillo 2010 en la clausura del Congreso de Periodismo Digital de Huesca. En su discurso, se acordó, entre otros, de su amigo Marín Berasategui y del recientemente fallecido Santi Santamaría. Su blog, Atracón a mano armada, mereció las loas del jurado por su "ingenio y brillantez".

Periodistas premiando a un cocinero, ¿qué le parece?

Estoy encantado, porque con este galardón se valora algo que yo vengo haciendo desde hace mucho tiempo: transmitir sin bobadas el mundo de la gastronomía en vez de dar bombo a lo que está de moda o dar información amarillista, como se suele hacer en algunos medios.

Su gremio le debe bastante a la televisión. ¿También a Internet?

Totalmente. Internet ofrece muchas posibilidades que no ofrece la televisión. Hay una atención a la carta y el foro al que llegas es mucho mayor. Además, yo tengo un programa diario en el canal ETB, y ahora la gente no tiene que estar a una hora determinada frente a una pantalla para verme, lo hacen cuando pueden o simplemente cuando les apetece. Internet aumenta las opciones para la gente y, por otro lado, permite que se expresen con libertad.

¿Son más importantes los cocineros o sus madres?

Las madres son fundamentales. Las grandes protagonistas de la gastronomía vasca, además, son las mujeres. Nos han puesto la comida durante años y tenemos una deuda con ellas.

¿Los chefs estrella están pasados de moda?

Sí, lo están. Lo que tiene que hacer un cocinero es están en el fogón, a pie de cazuela, no como todos los egochefs que durante la España de El Pocero se han dedicado a hacer filigranas. Estamos en tiempos de crisis y no de ‘alimentar el alma’ con tonterías.

Pero usted tiene amigos entre ese tipo de colegas.

Sí, porque evidentemente los hay que tienen la capacidad de hacer las cosas bien, que son modernos y con duende.

¿Qué hacemos entonces con los restaurantes ‘de plato cuadrado’?

Eso de que te ponen poca comida y no sabes lo que es, entra dentro del tópico. Cocinar es una odisea, y los que han sabido mantener a su clientela lo han hecho por supervivencia; bravo por ellos. Los que han estado haciendo el tonto, sí que lo tienen complicado…

Aquellos que hacen virguerías, ¿qué comen en sus casas?

A mi lo de la innovación en la cocina me pone un poco nervioso, me río mucho de ello, porque el 100% de los humanos estamos cortados por el mismo patrón. Si a todos nos sentenciaran a muerte ahora mismo pediríamos como última comida una sopa, un bocadillo y un helado.

¿Todavía se le gana a cualquiera por el estómago?

Sin duda. Con un buen vaso de vino, un trozo de pan y otro de queso se llega hasta el despacho presidencial de Estados Unidos.

BIO. Nació en Hondarribia. Tiene 40 años. Su libro Con la cocina no se juega ha sido recientemente premiado con el prestigioso Gourmand World Cookbook 2010. Aprendió a ser cocinero con, entre otros, Pedro Subijana y Martin Berasategui, de quien también es socio. Además de en su blog, escribe en El Correo y El Diario Vasco. Presenta el programa de cocina Robin Food en ETB.