Una escapada para 'degustar' Barcelona

Hay un dicho muy repetido por las abuelas que afirma que “a los hombres se les conquista por el estómago”. Esta lección de sabiduría popular, actualizada y despojada de connotaciones sexistas, se puede aplicar también al turismo. Barcelona hace tiempo que lo descubrió, y hoy es un claro ejemplo de cómo la gastronomía puede ser un ingrediente fundamental para hacer más suculenta la oferta turística de una zona.

La cocina catalana tradicional, basada en la dieta mediterránea, es rica en guisos y preparados de hortalizas, pero tiene muy presentes tanto la carne como el pescado. Además del ya casi internacional pa amb tomàquet, uno no puede pasar por Barcelona sin probar caracoles, butifarra, calçots, escudella o samfaina.

Pero el secreto de la fama mundial de los restaurantes catalanes va más allá de ingredientes y recetas. Desde hace años, los locales con más proyección han sabido poner el diseño y la arquitectura al servicio de los platos, creando espacios acordes con la filosofía de su cocina  y trabajado también imagen y marca.

Cada año, la provincia de Barcelona es una de las protagonistas de la prestigiosa Guía Michelín, que premia a las mejores cocinas de la península. Los restaurantes Can Fabes en Sant Celoni, del recientemente fallecido Santi Santamaría, y Sant Pau en San Pol de Mar, de Carme Ruscalleda, tienen tres estrellas; el Lasarte de la capital, dirigido por Martín Berasategui, está reconocido con dos; y otros 25 establecimientos más lucen una estrella. Muchos de ellos forman parte de hoteles, como el Drolma de Fermín Puig o el Gaig de Carles Gaig, circunstancia que les une irremediablemente al público foráneo. Sin embargo, los barceloneses mantienen que comer fuera es también su primera opción de ocio.

Se calcula que el 30% del dinero que gastan los visitantes en la ciudad condal es recaudado por restaurantes y, aunque normalmente se citan los más exclusivos, hay fondas para todos los bolsillos. Los focos de mayor concentración hostelera son el Eixample y Ciutat Vella. Sin embargo, el interés de los turistas por la comida también se puede comprobar en otros rincones, como el pintoresco mercado de la Boquería, que se ha convertido en una parada obligada para los curiosos.

Por todos estos motivos, Barcelona ha sido la ciudad elegida para acoger la primera edición del festival de cine y gastronomía Film&Cook, que tendrá lugar del 10 al 13 de marzo en la sede del FAD (Foment de les Arts i el Disseny), cerca de Plaça dels Àngels.

En el programa del evento se pueden encontrar proyecciones y charlas de maestros de los fogones. Entre las grandes citas está el estreno en nuestro país del documental “El Bulli, cooking in progress”, al que acudirá su protagonista, el cocinero Ferrán Adriá. Carme Ruscalleda ofrecerá una charla sobre cocina mediterránea para acompañar el pase de la película “Dieta mediterránea”, y los hermanos Torres, del restaurante Dos Cielos, harán una demostración de comida de cine. Mey Hofmann, directora de la escuela que lleva su nombre, también participará como ponente.

Film&Cook contará con la presencia de otros chefs catalanes como Carles Mampel, de Bubó, y Manuel Jara, de Masquepostres, que hablarán sobre la creación de dulces. Jordi Herrera, de Manairó, y Pere Planagumá, de Les Cols, apostarán por la cocina ecológica, mientras que Daniel Brin, de La Maison du Languedoc Roussillon, explicará secretos de la gastronomía francesa.

Estas lecciones magistrales tendrán lugar junto a los pases de las proyecciones, que serán en horario de mañana, mediodía, tarde, noche y en sesión golfa. Además, las instalaciones dispondrán de un bar que servirá una cuidada selección de recetas.