Peugeot 308, en plena adaptación

A partir del mes de abril Peugeot pondrá a la venta la renovación del nuevo 308, un cambio que viene precedido por el lanzamiento del lujoso 508 y que ha servido de precedente para dar un nuevo salto de calidad dentro de uno de los compactos más vendidos del segmento. Lo más importante de esta generación será que, gracias a las nuevas versiones 'ecológicas' y a una ligera reducción en el peso, el nuevo 308 conseguirá un nivel de consumo y emisiones muy bajo.

Los cambios en el nuevo 308 afectan a las tres carrocerías en las que podrá adquirirse, la clásica de cinco puertas, un familiar (SW) y un modelo descapotable (CC). En todas ellas las dimensiones, capacidad del maletero y habitabilidad siguen siendo las mismas.

Los cambios principales, por tanto, afectan al diseño exterior, donde se ha rediseñado el frontal, la parrilla, el capó, los faros y las luces LED en forma de boomerang que se integrarán en los extremos del paragolpes. En cuanto a la parte trasera, habrá diferentes novedades según la versión, pero en todas ellas los grupos ópticos son nuevos. Peugeot ha extendido además el catálogo de llantas disponibles, y ofrecerá nuevos diseños en medidas de 16”, 17” y hasta 18” en caso del GTi.

Donde sí que se han realizado numerosos e importantes cambios es a nivel de mecánica. El nuevo 308 pesa de media un 25% menos, consumirá menos gracias a unos neumáticos de muy baja resistencia y se han incluido algunas soluciones que favorecen el ahorro como una bomba de aceite pilotada (en los motores 1.6 HDi) o una dirección asistida mejor gestionada.

La gama de motorizaciones sigue siendo bastante amplia y abarca un margen de potencias bastante amplio. Los modelos de gasolina empiezan en los 1.4 VTi de 98 cv y 1.6 VTi de 120 cv, pasando posteriormente al 1.6 THP de 156 cv y al 1.6 THP de 200 cv (versión denominada GTi).

En el apartado diesel, lo más importante es la llegada a la gama de la versión 1.6 e-HDi de 112 cv, una nueva denominación que incorpora sistemas como el start&stop con arranque reforzado o la posibilidad de desconectar el motor por debajo de 20 km/h. Esto le ha permitido conseguir una reducción de hasta un 15% en ciclo urbano y alcanzar un consumo realmente bajo y competitivo: 3,8 litros cada cien kilómetros y unas emisiones de 98 gramos de CO2 por kilómetro.