Prejubilados y jóvenes en paro se ocupan en el voluntariado
- Son 150.000 personas en toda la región, 10.000 más que en 2007.
- Ahorran unos 300 millones de euros al año a Aguirre.
- Cada madrileño que se acerca al mundo de las ONG dedica a estas tareas entre 5 y 9 horas semanales, volcándose especialmente con los niños.
Han hecho de ayudar al prójimo la ocupación principal de sus días. Son los 150.000 jóvenes y mayores de la región que gastan su tiempo en tareas de voluntariado, 10.000 personas más que 2007, cuando estaba a punto de desencadenarse la crisis, según los datos presentados este miércoles por la consejera de Familia y Asuntos Sociales durante la inauguración del III Congreso Internacional de Voluntariado, que finaliza este jueves.
Desde la Comunidad explican que hay dos perfiles entre quienes se dedican a los demás: o son jóvenes licenciados que no encuentran su primer empleo, o mayores jubilados o prejubilados que no se adaptan a su situación. De hecho, el 21% de los 150.000 voluntarios que hay en la región pertenecen a este colectivo. Eso sí, el perfil tipo sigue siendo el de una universitaria, de 26 a 40 años, y trabajadora.
Más de 22.000 empleos
El trabajo de los voluntarios pasa desapercibido para la mayoría, pero su dedicación ahorra a las arcas del Ejecutivo regional no menos de 300 millones de euros todos los años, según reconocen fuentes de la propia Comunidad.
Y no es para menos. Los voluntarios de la región destinan un total de 40 millones de horas a ocuparse del resto. Eso supone un total de 22.321 jornadas laborales. En ese tiempo, las actividades que más solicitan los prejubilados son las de acompañamiento a otros mayores y a discapacitados, además de talleres de apoyo escolar a niños y funciones como guías de museos. Los jóvenes prefieren labores en el campo de la formación e información social.
Entre 5 y 9 horas semanales
En la comunidad hay registradas un total de mil entidades de voluntariado que trabajan en sectores de lo más variado y que abarcan desde asistencia a los discapacitados, a las personas en riesgo de exclusión social, a los menores o los enfermos. De media, cada madrileño que se acerca al mundo de las ONG dedica a estas tareas entre 5 y 9 horas semanales, volcándose especialmente con los niños.