Adosados
Manuel Ruiz Queco. Es cantante, compositor y acaba de montar una discográfica. Además, ha sacado a la venta un disco recopilatorio con sus mejores éxitos, titulado Ladrón de Lunas.
«A Las Ketchup las fiché sin haberlas escuchado»
De boca en boca, Amor de San Juan, Tengo... ¿Su vida está llena de grandes éxitos?
No. Llevo 22 años componiendo y ha habido de todo.
También será un éxito Bloody Mary, cuando Las Ketchup la lleven a Eurovisión...
A mí no me han confirmado nada aún. Si fuesen ellas, es casi seguro que cantarían Bloody Mary.
¿Tiene algún truco secreto?
Ojalá supiese la clave, porque me haría de oro (risas). Lo importante es la intuición y el trabajo. También es cierto que tengo un gusto muy común.
Para suerte, el primer éxito de Las Ketchup.
Eso fue un bombazo que pasa cada 10 años.
Ya va siendo hora de otro...
Ojalá. Por mí, encantado.
¿Vio claro desde el primer momento el filón de Las Ketchup?
Las fiché sin haberlas escuchado. Nada más verlas con esa ropa chillona... El remate fue cuando Pilar sacó una libreta con títulos como Socorro que me persigue un chulo, Lánzame los trastos baby, o Cucha las pallas.
El Aserejé se lo debe a sus hijos, ¿verdad?
Se lo debo a que sean bilingües. La canción la compuse mientras repetía palabras en inglés que intentaban enseñarme ellos.
¿Ha sacado a flote a muchos cantantes?
Siempre he intentado hacerlo bien.
¿Y con Niña Pastori?
A María le fue mal con Cai porque cambió de estilo radicalmente. Yo le compuse Amor de San Juan, que vendió 300.000 discos.
Pastora Soler no vendía como coplera...
Por eso le hice Dámelo ya, con el que, siendo fiel a su estilo, logró vender 200.000 copias.
¿Tiene algún encargo?
Sí, de David Bisbal.
¿Pasa por un mal momento?
Qué va. Me ha encargado un par de temas que sean muy andaluces, como Tengo.
Bio
Es «cordobés de la cabeza a los pies», como a él le gusta decir. Comenta que no ha superado aún la barrera psicológica de los 40 y su afición es el fútbol, especialmente disfrutar de los partidos de su equipo, el Córdoba.
Los Aslándticos. Están recién estrenados en el mundo discográfico. Estos siete cordobeses invitan a los amantes de la música a que escuchen sus ritmos «fulleros», como a ellos les gusta llamarlos.
«Sólo soñamos con poder pagar el alquiler»
Tienen pinta de bohemios. ¿Ustedes se ven como tales?
Se puede decir que siempre nos ha gustado esto de la música y el solecito.
¿Eran conocidos antes de sacar disco?
Éramos conocidos por los conciertos, ahí si que nos lo pasamos en grande. La gente los disfruta mucho.
Les va la marcha...
¿En qué sentido?
En lo moviditas que son sus actuaciones. Bueno... Lo primero es pasarlo bien mientras tocas. De esta forma se contagia el bu-en rollo a la gente.
Son un grupo muy completo, hay un médico, un herrero, un platero, un maestro...
Cada uno se ha dedicado profesionalmente a otra cosa, aunque lo que siempre nos ha tirado de verdad es la música.
¿Les da miedo esto del éxito?
Pero si no somos nadie, como vamos a tener miedo al éxito (risas).
Pero han sacado un disco con Queco, ¿les parece poco?
Para nada. Queco en el mundo de la música es una institución. Es un orgullo que nos produzca el álbum, porque todo lo que él hace siempre sale muy bien.
¿Cómo les conoció?
Vino a vernos a un concierto y nos pidió una maqueta.
¿Cómo era la maqueta?
Imagínate... Casera, casera.
Aun así, dice que le encantó...
Él tiene la capacidad de imaginar el resultado final.
Acostumbrados a tocar al solecito y de forma intuitiva, ¿cómo llevan eso de las exigencias del productor?
Muy bien. Con él siempre hemos podido hablarlo todo. También hemos debatido. Además, no somos unos burros.
¿Sueñan con el triunfo?
Sólo soñamos con poder pagar el alquiler. Lo de la pista de tenis y el chalé en la playa no nos preocupa demasiado (risas).
Bio
También son vecinos de Córdoba. Son siete y presumen de llevarse muy bien. Ya han empezado a dar conciertos por Andalucía y todo parece indicar que se lanzarán por el resto de España para este verano.