El gasto en tragaperras sube el 50% en una década
En el bingo, sin embargo, gastamos mucho menos y, además, el desembolso va en descenso. Jugamos al año 37 euros por persona. Una década antes nos gastábamos un poco más, 42 euros. Aunque lo cierto es que antes había más locales donde pedir cartones. En 1994 operaban siete bingos en la provincia, y diez años después la cifra descendió hasta sólo tres.
Si comparamos con otras provincias andaluzas, no somos de los más aficionados a estos juegos de azar. Tan sólo los cordobeses y jienenses gastan menos; el resto de provincias, mucho más.
Aún así, el juego es un problema serio para los 11.000 granadinos adictos al azar, según calcula Agrajer, la asociación que les ayuda a salir de ahí. En estos momentos hay 138 personas en tratamiento para superar su afición.
La edad media de los adictos a los juegos de azar es de 35 años, y Agrajer advierte de que cada vez se enganchan más jóvenes. Los afectados pueden obtener ayuda en los teléfonos 958 489 293 y 900 713 525.
Cómo evitar caer en la trampa
Vivir por encima de nuestras posibilidades, vávula de escape, campañas de publicidad agresivas, etc. Son algunos de los motivos que nos empujan a jugar compulsivamente. Por eso, y para evitar caer en la adicción, los expertos aconsejan: a los menores, que no jueguen, y, a los adultos, fijar una cantidad de dinero y tiempo a emplear en el juego, no abandonar otras actividades de ocio por jugar a las tragaperras y, si hay problemas económicos, ahorrar pero nunca pensar en el juego como la solución.