María Luisa García-Borruel será la candidata de UPyD a la presidencia de la Junta de Extremadura
La pacense María Luisa García-Borruel ha sido elegida por los afiliados de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) como candidata a la presidencia de la Junta de Extremadura en las próximas elecciones autonómicas de mayo de 2011.
María Luisa García- Borruel, actriz y empresaria de teatro en la región, ha sido elegida con el 92 de los votos de los afiliados y encabezará la lista de UPyD a la Asamblea de Extremadura por la provincia de Badajoz, mientras que por la de Cáceres, el cabeza de lista será licenciado en Geografía e Historia y profesor de secundaria afincado en Plasencia Víctor Ortega.
UPyD ha designado a sus candidatos en las elecciones primarias que ha celebrado este sábado, una jornada en la que también se ha elegido a las personas que será presentarán a la alcaldía de las principales ciudades de Extremadura.
Así, Juan Bejarano ha sido elegido como candidato a la alcaldía de Badajoz; José María Olalla será el candidato a la alcaldía de Cáceres; Juan Carlos Nieto lo será en Mérida y Faustino Climent en Plasencia.
La participación ha sido de un 55 por ciento de los afiliados y la jornada se ha desarrollado con "toda normalidad", explica UPyD en nota de prensa.
Este partido recuerda que con objeto de "responsabilizar" a los afiliados en la elección de sus candidatos y, "ajenos a las luchas internas o de poder habituales en otros partidos", los estatutos de UPyD instituyen como obligatorias las primarias para todas las citas electorales, "en un ejercicio de pedagogía democrática que está renovando el panorama político español".
Destaca que las distintas agrupaciones del partido ya están trabajando en la elaboración de los programas electorales municipales y autonómicos, que tendrán como eje común "as principales reformas que ya son bandera de Unión, Progreso y Democracia".
Reformas que pasan por la regeneración democrática, reforma de las leyes electorales, recuperación de competencias básicas por parte del Estado, transparencia y racionalización de las Administraciones Públicas y, en definitiva, "dotar a los ciudadanos de los medios necesarios para que sean ellos, y no lo partidos políticos, quienes tengan el control sobre la política".