Valladolid

Seminci-Beresford cree que cuanto peor y "más tontorrona" es la historia más posibilidades tiene de obtener financiación

Instante de 'El Último Bailarín de Mao'
SEMINCI

El afamado director australiano Bruce Beresford ha asegurado este viernes que cuanto peor y "más tontorrona" sea la historia de una película, más posibilidades tiene de obtener financiación por lo que las que a él más le interesan tienen "difícil" encontrar los presupuestos necesarios para su ejecución.

Beresford, conocido como director de 'Paseando a Miss Daisy', entre otros muchos títulos, y que presentó en la Sección Oficial de la Seminci, aunque fuera de concurso, su trabajo, 'El Último Bailarín de Mao', reconoció que le llegan bastantes guiones pero, reconoció, cree que cuanto peores son las historias, más posibilidades de financiación tienen.

Por eso las películas "tontorronas" o "de acción" tienen más opciones de ser llevadas a cabo que las que a él le interesan, hecho al que se suma, a su juicio, que los productores son reticentes a poner dinero en algunos proyectos como los que él realiza cuando se pueden descargar de manera gratuita a través de Internet.

Beresford, que ha concluido ya el rodaje de 'Peace, Love and Misunderstandings', una historia de tres generaciones de mujeres de una misma familia y que cuenta en el reparto con Jane Fonda, entre otras, se lamentó también de las dificultades existentes en su país natal para poder rodar ya que, recordó, 'El Último Bailarín de Mao' es la primera película que ha grabado allí en los últimos 20 años.

Asimismo y tras reconocer la calidad de muchos de los trabajos del cine australiano de los últimos años, sí matizó que estas películas suelen ser de bajo presupuesto y, dado que no cuentan con un reparto de "estrellas", son "bastante difíciles" de distribuir.

Convencido de que el estilo de sus trabajos radica precisamente en la falta de estilo ya que en el momento en que acaba un trabajo busca enfrentarse a algo totalmente distinto y volcado en otros mundos como el de la ópera —"he estado ocupado"—, Beresford rodó 'El Último Bailarín de Mao', que circula ya por todo el mundo, durante 14 semanas en China, Australia y Texas.

Basada en una historia real que conoció hace ocho años y que en principio no tomó demasiado en serio por las dificultades que entrañaba encontrar un bailarín que a la vez fuera actor, el cineasta australiano dio con el protagonista, Chi Cao, en el Ballet de Birmingham tras varios intentos fallidos en otros países y encontró en él un gran interés desde el primer momento.

El rodaje con Cao no fue complicado debido a su "frescura" y a la ayuda y confianza brindada por otros miembros del reparto como el veterano Bruce Greenwood pero los obstáculos llegaron en otros momentos desde el propio Gobierno chino, que nunca dijo "no" a ninguna de las peticiones efectuadas para el rodaje pero sí "dio largas" en algunos aspectos.

En este sentido, el director explicó que les instaron a eliminar del guión las referencias a Mao Tse-Tung, aspecto al que se negó porque "no se podía prescindir" de ello y que le llevó a pensar que en algún momento pararían su trabajo, cosa que no sucedió ya que de manera simultánea se llevaban a cabo otros rodajes de películas americanas en China.

Basada fielmente en la realidad y sin elementos de ficción —se puso en contacto con todas las personas involucradas en la aventura de Li para relatar su vida—, la película ha gustado a sus protagonistas, también a Li, quien además de asesor es 'broker' y dicta conferencias por todo el mundo sobre la importancia de luchar para cumplir los deseos.

La película

Ambientada, de manera simultánea, en Houston en 1981 y a partir de 1972 en China, 'El Último Bailarín de Mao' está basada en la historia real de Li, un bailarín chino forjado por el régimen de Mao que viaja a Estados Unidos con una beca en verano y decide quedarse en aquel país en contra de la decisión del Régimen.

La llegada de Li a Houston, sus dificultades para expresarse en inglés y su primera toma de contacto con la sociedad estadounidense marcan el inicio de la trama y de la aventura de Li, que en 1972 fue seleccionado en su aldea para participar en unas pruebas.

Alejado de su familia con apenas diez años el "sexto hermano", manera en que le identifican en su casa, progresa en la práctica de la gimnasia y el ballet y, ya en la Academia de las Artes de Pekín en 1973, es sometido a una férrea disciplina de entrenamiento físico e intelectual por parte de las autoridades del Régimen.

Sus dificultades para realizar algunos ejercicios, los ánimos de algunos maestros y los insultos de otros despiertan en él un nuevo sentimiento de superación que, pese a sus dudas, le lleva hasta las cotas más altas de la ejecución.

Por ello cuando Ben Stevenson, responsable de la compañía de Ballet de Houston, viaja a Pekín, decide llevarse al joven a aprender a Estados Unidos, donde poco a poco se sumerge en la cultura norteamericana.

Sus vivencias actuales le llevan, en muchas ocasiones, a las del pasado, al recuerdo de su familia, a su maestro y a sus años de esfuerzo pero esto no impide que su adaptación al mundo actual, al que debe de resistirse, según le advierte el cónsul chino, se realice de manera exitosa.

Su encuentro con Liz, de quien se enamora, sus constantes éxitos y una oportunidad de brillar como solista poco antes de tener que regresar a China desencadenan una serie de acontecimientos que, con una boda de por medio, acaban con Li, Liz, Ben, un abogado y parte de la compañía retenidos en el Consulado.

Obligado a volver a China y, tras su decisión de quedarse con su mujer, a no pisar de nuevo en su país, Li permanece en Estados Unidos, donde una nueva vida llena de éxitos y ovaciones comienza para él.

Bruce beresford

El director nació en Sidney en 1940, es uno de los directores australianos más reconocidos y entre sus primeras producciones australianas destacan 'Asalto al furgón blindado' (1978), 'The Getting of Wisdom' (1978), 'The Club' (1980) y 'Al diablo la pubertad' (1981).

Ha sido candidato al Oscar al mejor director en 1984 por 'Gracias y favores', y al mejor guión adaptado en 1981 por 'Consejo de guerra', que participó en el ciclo retrospectivo dedicado al Cine Australiano en la 41 Seminci.

Su película 'Paseando a Miss Daisy' se alzó con cuatro premios de la Academia en 1990, incluido el de Mejor Película, y también ha obtenido tres premios del Australian Film Institute por las películas 'Don's Party' (1978), 'Consejo de guerra' (1980) y 'Habitantes de la pobreza' (1986).

Bedford ha participado en cuatro ocasiones en la Sección Oficial del Festival de Cannes y en otras tantas en el de Berlín, ha dirigido varias óperas y en 2007 publicó un libro de memorias.