Reto de un parapléjico en moto y por las dunas
Las dificultades
A raíz del accidente, Pep quedó paralizado de cintura para abajo. «Tuve que dejar las motos, que es lo que más me gusta», cuenta. Su ánimo quedó bastante tocado; necesitó dos años para reflexionar y buscar el modo de encauzar su vida, y la mejor forma de seguir corriendo la encontró en los coches. Tras ganar sucesivos campeonatos y subcampeonatos en diversas categorías de rallies, en el año 2000 decidió correr el Dakar por primera vez, con Toyota.
No lo ha ganado nunca, pero tiene «la gran satisfacción de haber llegado a la línea de meta, a orillas del Lago Rosa de Senegal, la mayoría de las veces». Este año ha tenido que abandonar , pero ha sido por un problema de salud. «El año que viene espero hacerlo mejor; el podio no me importa, porque lo mío es más un reto personal».