Valladolid

AMPL.Una carga policial permite la salida a la calle de cerca de 40 buses de Auvasa con hora y media de retraso

Una carga policial contra el piquete informativo apostado en las cocheras de la empresa municipal de transporte de Valladolid (Auvasa), en la calle Bronce del polígono de Argales, permitió que salieran a la calle unos 40 autobuses urbanos con hora y media de retraso, según constató Europa Press en el lugar de los hechos.

El piquete, conformado por un centenar de sindicalistas de UGT, CC.OO. y CGT, se concentró a las puertas de las naves de la empresa de transporte público a las cinco de la mañana del miércoles y permaneció en el lugar hasta las 8.30 horas. Durante este periodo fueron apartados hasta en tres ocasiones por las cargas de las fuerzas del orden.

El momento de mayor tensión se produjo en torno a las 8.30 horas, cuando se disponían a salir los primeros autobuses de los servicios ordinarios —cuyo inicio de recorrido está fijado habitualmente a partir de las 6.55—. Los sindicalistas se agolpaban ante la trasera del recinto, algunos de ellos sentados, tirando petardos y coreando gritos de 'huelga general'.

Finalmente, la carga conjunta de la Policía Municipal, con cerca de 50 agentes, y de la Nacional, con varias decenas de antidisturbios; despejó la salida no sin antes levantar en volandas y golpear a varios de los huelguistas. Los propios secretarios regionales de UGT, Agustín Prieto; y CC.OO, Ángel Hernández, encabezaron la sentada y también fueron desalojados por los efectivos policiales.

Tanto Hernández como Prieto coincidieron en recriminar la actuación de las fuerzas del orden, especialmente de la Policía Municipal vallisoletana que "no debería haber actuado" y que, con la coordinación sobre el terreno del superintendente, Juan López de Haro, fue la que inició las cargas.

El dirigente sindical de Comisiones ha aseverado que Valladolid "es Marbella" y ha incidido en que, a su juicio, la Policía actúa "al servicio del alcalde", Francisco Javier León de la Riva.

"órdenes de arriba"

En cuanto a la actuación de la Policía Nacional, Agustín Prieto ha recriminado que la Delegación del Gobierno garantizó a los sindicatos que el cuerpo sólo actuaría con órdenes suyas, por lo que discernió que "o se han excedido o las órdenes vienen de arriba". Así, Hernández ha insinuado que el delegado gubernativo, Miguel Alejo, hace de esta manera "buena carrera política".

La última de las cargas se aseguró con un triple cordón policial —una primera fila de los agentes municipales y dos de los nacionales— para permitir que hasta 38 autobuses urbanos, de los en torno a un centenar previstos diariamente, salieran a la calle con los carteles de 'servicios mínimos', que estaban fijados en un 30 por ciento.

En ese momento los vehículos comenzaron a recoger pasajeros en las paradas de la ciudad, si bien los trabajadores que necesitaran su servicio entre las 7.00 y las 8.30 horas han tenido que buscar otro medio para llegar a sus puestos. Uno de los autobuses regresó a las cocheras unos minutos después con una rueda pinchada, posiblemente por culpa de una de las puntas que arrojaron al suelo los huelguistas.

Antes de ello, sobre las 7.30 horas unos 80 empleados de Auvasa pudieron acceder a sus puestos de trabajo escoltados por un cordón policial que apartó a empujones a algunos miembros del piquete de sindicalistas. La presencia policial fue coreada en todo momento con consignas como 'Que se vayan, se vayan', 'Aquí están estos son los piquetes del patrón' o 'Lo llaman Democracia y no lo es'.

Los chóferes y mecánicos habían sido trasladados por tres autobuses hasta el polígono de Argales escoltados por la Policía y llegaron hasta la rotonda de la calle Bronce ya a pie, donde quedaron parados a unos diez metros frente a los huelguistas.

Intercambio de acusaciones

En ese momento, los integrantes del piquete lanzaron petardos en dirección al grupo de trabajadores, comenzaron a increparles con gritos de 'esquirol' y a animarles a incorporarse a la 'huelga general'. Pero algunos de los empleados manifestaron también su hostilidad con los representantes sindicales y acusaron a CC.OO. de "dar la espalda" a los trabajadores en la huelga convocada el pasado mes de junio por el acuerdo laboral que alcanzó este sindicato con la Dirección de Auvasa.

Previamente habían accedido a las cocheras varias decenas de empleados que aparcaron sus coches particulares en las cercanías. Un trabajador que intentó entrar por la trasera con su vehículo fue bloqueado por los huelguistas pese a que esgrimió el documento que le identificada como servicios mínimos. Los sindicatos consideraban "abusivo" el decreto aprobado en este sentido por el Ayuntamiento de Valladolid.

En cuanto a los servicios especiales que funcionan desde las cinco de la mañana para comunicar los barrios con los polígonos, algunos de los autobuses regresaron a las cocheras con lunas rotas y ruedas pinchadas.

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