Unas vacaciones de aventura

Si el estrés y la vida sedentaria durante el curso laboral te han dejado con ganas de liberar adrenalina, tienes la opción de aprovechar tus días libres para practicar deportes de aventura. Éstas son algunas opciones, con las que te puedes mover por tierra, aire o agua mediante balsas, canoas, pequeños aviones o en un 4x4. Con todas pasarás un buen rato y vivirás unos minutos o segundos que recordarás durante el resto de tu vida.

Rutas 4x4: súbete a un vehículo todoterreno y llega a castillos, ermitas o cascadas a través de barro, agua o arena.

Descenso de barrancos: si no tienes vértigo, baja poco a poco mientras disfrutas de las vistas. Imprescindible una mochila, calzado específico, traje de neopreno, casco, arnés, descensor y cuerdas.

Rafting: súbete a la balsa con tus amigos, tu casco, remo y chaleco. Ya puedes surcar el río turbulento a toda velocidad. Una variación es la canoa raft, un descenso similar en una canoa de dos plazas.

Vuelo en ultraligero: los ultraligeros son pequeños aviones con capacidad para el piloto y un pasajero. Para todos aquellos que han soñado alguna vez con volar, es ésta una experiencia imprescindible. Su bajo coste y fácil manejo los convierte en la expresión de vuelo más accesible para cualquiera (sin distinción de edad) que quiera disfrutar del vuelo en su estado más puro. Otra modalidad es el vuelo en autogiro, que permite volar en condiciones no permitidas por el ultraligero.

Moto acuática: con un pequeño curso de preparación podrás ser un motorista acuático con un vehículo de poca cilindrada.

Conducción de buggies: ponte al volante de un pequeño buggy y podrás saltar con él a través de las dunas.

Puenting: lo más difícil es armarte de valor para dar el salto. Una vez conseguido, te lanzarás a una de las experiencias más espectaculares de tu vida.

Sphereing: te metes en una bola hinchable de cuatro metros y te tiran colina abajo. Muy divertido, aunque siempre tienes el riesgo de salir con cierto mareo.