El director de la OMC se confiesa en su blog

Al director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, aún le queda tiempo después de participar en las interminables reuniones del organismo que dirige, para escribir un diario personal en internet (blog), en el que recoge sus impresiones y relata anécdotas.
Pascal Lamy, nuevo 'blogger'
Pascal Lamy, nuevo 'blogger'
Pascal Lamy
Pascal Lamy, nuevo 'blogger'

El máximo responsable de la OMC pasa en Hong Kong su primer desafío diplomático de gran magnitud ya que tiene en sus manos la difícil labor de concertar las divergentes posiciones de 149 países en asuntos que, como la agricultura, los servicios o los bienes industriales, todos consideran vitales para sus economías.

Lamy, de 58 años, admite en su blog que padece "jet lag" -hay una diferencia de siete horas entre Ginebra, donde tiene su sede la OMC, y Hong Kong-, pero no por ello deja de levantarse temprano para dar unas carreras antes de acudir al centro de convenciones donde tiene lugar la conferencia ministerial.

El ex comisario europeo detalla sus encuentros con las diferentes partes de la negociación y no pierde la ocasión de comentar los eslóganes de las ONG, como el de "Para cuándo comercio con justicia, leo en una pancarta, pero ¿justicia para quien?", se pregunta.

Ante la ceremonia de apertura de la conferencia, a la que acudieron el martes casi 6.000 delegados y varios miles de representantes de los medios de comunicación, Lamy confiesa sus nervios y afirma tener "mariposas en el estómago, como un corredor esperando el pistoletazo de salida".

El director general del organismo multilateral de comercio tiene la reputación de ser un hombre sobrio, mesurado y riguroso, pero también frío y con una capacidad de concentración que no le aparta un milímetro de sus objetivos.

Al nuevo blogger algún diario le llegó a dar el calificativo de "Dalai-Lamy" por esa capacidad para concentrarse y no perder la calma.

Para el máximo dirigente de la OMC, la irrupción en la ceremonia de un grupo de manifestantes coreando consignas y los disturbios protagonizados por los agricultores surcoreanos que intentaron llegar a nado al centro de convenciones, despejan cualquier duda sobre el grado de apertura de la organización multilateral.

Corredor habitual de fondo, de él sus colaboradores cercanos dicen que es "un hombre que busca consensos y que nunca impone sus puntos de vista. Toma decisiones muy informadas".

Agregan que le gusta trabajar en equipo y que no es un individualista, sino alguien que siempre tuvo que aunar puntos de vista y que consulta con otras personas de fuera de su entorno.

En su blog, Lamy cuenta también cómo intercedió ante las autoridades de Hong Kong tras recibir una llamada telefónica del activista francés José Bové, quien estaba siendo retenido por la policía en el aeropuerto de la ciudad asiática.

"A eso le llamo yo diálogo", afirma. Sin embargo, incide en las contradicciones a las que se enfrenta la OMC, con más de dos tercios de los delegados reclamando mayor apertura comercial en la agricultura mientras los manifestantes y los titulares de los periódicos piden exactamente lo contrario.

"Hay mucho margen para mejorar nuestra comunicación", reconoce. "Y eso es lo que intento en mi primera conferencia de prensa", reseña. Asisten más de 3.000 periodistas "hambrientos de noticias", a los que el director general de la OMC recuerda que la clave para avanzar está en asumir algunos riesgos. "¿Serán capaces de hacerlo los ministros? Permaneced conectados", concluye.

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