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‘Delta’ apagó la luz de más de la mitad de la población de Canarias

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Efe
La tormenta tropical Delta pasó entre la noche del lunes y la madrugada de ayer por Canarias dejando siete muertos y grandes daños. Con vientos de más de 100 km/h, Delta derribó varias torres de Unelco-Endesa, dejando sin luz a 265.158 abonados.

Las eléctricas suelen atribuir a cada cliente una media de cuatro personas, por lo que el apagón habría afectado al 55,3% de la población canaria, de 1.915.540 habitantes, según el INE. Los daños en el tendido dejaron incomunicados además a 17.265 abonados de Telefónica.

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguraba ayer que este «fenómeno anormal» es parte de la respuesta del planeta al cambio climático, tal y como apuntan «todas las sospechas de la comunidad científica».

Policías antipillaje

El principal apagón se registró en Tenerife, donde en la tarde de ayer, y desde las 21.45 horas del lunes, casi 200.000 personas seguían a oscuras. Hasta 300 policías patrullaban la ciudad, en total oscuridad, para tratar de evitar el pillaje. La falta de suministro afectó al funcionamiento de centros de salud y hospitales.

El resto de islas recuperaban la normalidad mientras Delta entraba en África. Sus últimos coletazos se dejarán sentir hoy en las Afortunadas con fuertes vientos. Mientras, Protección Civil alertaba de riesgo de nevadas en Asturias, Cantabria, Castilla y León, Navarra y País Vasco.

Por segunda vez en España

El pasado 11 de octubre los restos del huracán Vince tocaron tierra en España, en su costa suroeste. Fue la primera tormenta tropical de la historia en visitar la península Ibérica, según Jorge Aguirre, meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes (CNH) de los EE UU, con sede en Miami. Vince llevó fuertes lluvias, vientos de más de 60 kilómetros por hora y algunas inundaciones al sur.

Se formó muy al norte

Ángel  Rivera. Jefe de predicciones del Inst. Nac. Metereología

La ruta habitual de las tormentas tropicales se ha modificado este año en los casos de Vince y Delta por causas que aún se deben investigar en profundidad. Delta se formó al sur de las Azores y parece claro que lo hizo bastante más al norte de lo habitual en este tipo de fenómenos. El cambio puede deberse a unas aguas con una temperatura más alta de lo normal en esta época del año y a la falta de vientos fuertes en las zonas de aparición de estas perturbaciones que suelen evitar su formación. Lo normal es que este tipo de tormentas lleguen al norte de Europa en forma de borrasca tras hacer su recorrido habitual.

La tormenta dejó a Dios sin su dedo

El patrimonio natural canario también sufrió las consecuencias del paso de la tormenta tropical Delta. En las imágenes se puede apreciar el antes (izquierda) y el después del monumental Dedo de Dios, símbolo de Gran Canaria. La formación rocosa, localizada en el municipio de Agaete, en la costa norte de la isla, debía su nombre a su peculiar silueta. Fue derribada por las fuertes rachas de viento asociadas a la vigésimo quinta tormenta tropical de la temporada en el Atlántico.