¡Ya está bien de modelos familiares, espaciosos y prácticos!. Peugeot, totalmente decidida a restar algo de mercado al Audi TT (el “rey de los cuatro aros”), se ha permitido una magnífica excepción dentro de su gama. Con motores de hasta 200 cv de potencia, soluciones aerodinámicas muy válidas y un precio inferior a los 30.000 euros, será difícil decantarse por el caro modelo de Ingolstadt que, a propósito, acaba de someterse a un ligero ‘facelift’. ¿Será simple casualidad o es que temen realmente la llegada de este purasangre?
Arquitectura compartida
Aunque la arquitectura de este modelo pueda parecer a simple vista original y exclusiva, el RCZ comparte la misma estructura de modelos que no tienen nada que ver con él, como el 308 (un compacto), 3008 (un SUV) o incluso el 5008 (un monovolumen). ¿Sorprendente, no?. ¿Quién diría que la base de este “deportivo” es la misma que la de un coche familiar?.
Del resto de su imagen destacan los poderosos pasos de rueda, los difusores traseros y los pilotos de la zaga adornados con numerosos LED para las funciones de iluminación diurna. Mientras tanto, toda la anchura del coche ha quedado subrayada perfectamente en la parte delantera gracias a un capó en el que se integran parte de las aletas delanteras y que, además, cumple con una importante función de seguridad ya que, en caso de impacto contra un peatón, éste se levantará 55 milímetros gracias a un sistema pirotécnico para amortiguar el golpe. Sencillamente soberbio.
Realmente un biplaza
Ya nos lo habíamos imaginado y por eso no lo escribiremos en la lista de defectos: las plazas traseras del RCZ no son amplias, vale, ni el acceso a ellas es el mejor del mundo, pero sólo con subir al puesto de conducción es más que probable que se olvide tan nimio detalle. Y es que, al volante, una postura tan ergonómica como baja te recuerda lo más importante de todo: ¡voy a subirme en un deportivo!.
Si la utilización va a ser como coche para dos personas, que será lo más normal, el maletero del RCZ resulta más que suficiente, casi ideal, con 321 litros, que es un poco menos de lo que ofrecen modelos compactos como el Golf, el Astra o el reciente Giulietta, y más de lo que se puede obtener en un Audi TT (que no llega a los 300). Abatiendo los asientos traseros, el volumen total también es mayor que el del modelo alemán y pasa a ser de 640 litros.
200 cv dentro del habitáculo
Aquellos que quieran de forma indiscutible la versión más radical, es decir la de 200 cv, tendrán que esperar hasta verano para poder subirse a ella, ya que el RCZ comienza a venderse con dos motorizaciones, una de gasolina (1.6 THP de 156 cv) y otra diesel (2.0 HDI de 163 cv). Todos cumplen la normativa Euro V de emisiones y con el segundo de ellos se pueden alcanzar unos niveles de consumo relativamente bajos para ser un deportivo (5,3 litros).
En cuanto a la versión 1.6 THP de 200 cv, lo que más llama la atención es el poderoso sonido que se le puede arrancar al motor gracias al sistema “Sound System” que, a través de una membrana que vibra al accionarse el turbo, multiplica el nivel de sonoridad dentro del habitáculo. Sin duda es una opción a valorar si estamos dispuestos a llevarlo siempre presente en nuestros viajes, por largos que sean. Lógicamente, es el motor que hace más rápido al RCZ, permitiéndole acelerar hasta los cien en 7,5 segundos a costa de 6,9 litros (muy poco más que la versión de 156 cv).
Todos los motores van asociados a un cambio manual de seis marchas, aunque a partir de verano se podrá adquirir un automático para la versión gasolina de 156 cv que supondrá 1.000 euros más en la factura.
Muy completo
El RCZ está a la venta desde 27.000 euros, una suma de dinero razonable para un coche de estas características, aunque es mucho más barato que un Audi TT ya que su intención es la de hacerse con todo el público potencial que no puede asumir los más de 32.000 euros que cuesta el germano. La versión diesel de 163 cv cuesta 29.200 euros, que es exactamente lo mismo que cuesta la variante más potente de gasolina (la de 200 cv).
Resumen
El RCZ es mucho menos tecnológico que el Audi TT, ya que no puede equipar elementos que influyen decisivamente en la conducción, pero su precio lo justifica totalmente. Es una opción claramente deportiva (no es simplemente fachada), con un buen equipamiento y con un motor de 200 cv capaz de hacer las delicias de todo aquel que busque fuertes sensaciones a toda costa. La excepción de la gama Peugeot, por el momento, tiene todos los argumentos para conquistar al público de este sector.
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