Las mil y una caras de Madonna
Su última apuesta, recuperar la estética y el sonido de la década de los ochenta, ha obtenido el aplauso generalizado. Su trabajo Confessions On A Dance Floor, en el que luce una imagen similar a la de la protagonista de Flashdance y en el que utiliza bases musicales de temas de Abba, es número uno en el Reino Unido, Holanda y Bélgica.
Lejos quedan los años en los que la ambición rubia se engalanaba con crucifijos, se teñía de rubio platino o imitaba a Marilyn Monroe. Ahora, con el pelo castaño claro, sin su clásico carmín rojo y dejando de lado parte del misticismo que impregnó sus últimos trabajos, ha vuelto a invadir las pistas de baile. Igual que pasó con Holiday, aunque de eso haga 22 años.
La estrella que se reinventa
1983
Provocativa y salvaje. En los primeros años de su carrera, Madonna destacó por su descaro. Pelo alborotado y con mechas, muchas pulseras y grandes pendientes, crucifijos y ropa interior casi siempre a la vista.
1986
Rebelde y a lo garçon. Con el disco True Blue, uno de los superventas de la historia de la música, volvió a cambiar. Se cortó el pelo a lo chico y se lo empezó a teñir de rubio. Usaba camisetas con emblemas y vaqueros.
1990
Una nueva Marilyn. Muchos son los guiños que Madonna ha hecho a Marilyn Monroe a lo largo de su carrera. Tal es su pasión, que llegó a teñirse el pelo, peinarse y a vestirse como ella.
1991
Sujetadores de cono. Sus colaboraciones con el diseñador Jean Paul Gaultier la llevaron a vestir unos corsés cónicos. Con ellos impuso la moda Vogue, un ritmo y baile muy popular en los locales gays de Nueva York.
2004
Mística. Tras destilar erotismo, Madonna volvió a reinventar. Después de ser madre, estrenó una imagen más espiritual.
2005
Vuelve ‘Fama’. Con 47 años, luce tipazo enfundada en unos minishorts y maillots de lycra. Madonna ha recuperado las prendas que llevaban los bailarines de Fama. Luce una larga melena menos rubia.