La casa Mercedes ha decidido plantarle cara a la sensación de «tempestad» en los asientos traseros de los descapotables. Junto con el nuevo diseño del Clase E (a partir de la primavera de 2010) también saldrá a la venta el Air Cap, un inteligente sistema de deflector de aire que pone coto a las turbulencias dentro del habitáculo cuando viajamos sin capota. Por lo demás, este nuevo Mercedes descapotable es todo un regalo tanto para sus ocupantes como a la vista de los espectadores.
Una elegancia atemporal con la que el W124 o sus sucesores, la gama CLK, han logrado hacerse un hueco en los corazones de muchos conductores. Por su aspecto exterior, el nuevo Clase E Cabrio parece ser sin duda un digno sucesor de ese icono de la distinción. Independientemente de si lo conducimos con o sin capota, este descapotable de 4,70 metros de longitud causa una excelente impresión pese a sus largos voladizos en ambas versiones.
Entre los componentes que han sido adaptados al espíritu de nuestra época — aunque esto es seguramente una cuestión de gustos— encontramos una zaga con facciones algo duras y un diseño con difusores, las luces diurnas LED o una parrilla larga y plana cuyo objetivo es garantizar una aerodinámica especialmente buena. En los modelos de la Clase E de dos puertas la tan criticada, y a la vez característica, silueta de las aletas traseras, resulta tremendamente elegante.
Menos aire en la parte trasera
El habitáculo ofrece una oferta de espacio relativamente limitada para un Clase E. Los asientos tienen una ubicación perfecta, son aptos para largas distancias y, además, permiten al conductor y al copiloto encontrar la posición adecuada con una gran libertad de movimiento. Sin embargo, si en los asientos delanteros se sientan ocupantes algo más corpulentos que necesitan una gran libertad en la zona de las piernas, entonces la parte trasera se verá bastante reducida. Con la capota cerrada, el espacio libre para la cabeza en la parte trasera es suficiente, aunque no permite grandes movimientos. En cambio, con el techo cerrado, el maletero tiene una capacidad de 390 litros que, con la capota abierta, queda limitada a 300 litros.
Tejidos de alta calidad
Por lo demás, los pasajeros disfrutarán de un interior cómodo, acogedor y de muy alta calidad. Los acabados son ejemplares. Tan sólo las grandes superficies de plástico del salpicadero podrían tener un aspecto de mayor calidad. El botón para la capota se encuentra situado en la consola central debajo de una pequeña tapita.
Al pulsarlo, la capota blanda multicapa, apta para cualquier época del año, se pliega elegantemente en cuestión de 20 segundos dentro del maletero, incluso a velocidades de hasta 40 km/h. Debajo de una cubierta pintada en el color de la carrocería y situada detrás del habitáculo de los ocupantes desaparece esta compleja capota compuesta por varillas de metal y un tejido fuertemente trenzado que realiza un excelente trabajo en cuestión de insonorización acústica.
Un rendimiento siempre superior
Con un consumo inferior a los ocho litros la casa Mercedes también ha sabido controlar más o menos este aspecto. A la vista de los cambios automáticos de siete y ocho velocidades existentes en el mercado, esta caja automática de cinco velocidades con convertidor de par no parece muy adecuada para los tiempos que corren, aunque será sustituida por una variante de siete marchas en otoño. Sin embargo, el motor y el cambio armonizan a las mil maravillas, primando en todo momento la comodidad de cambio. Lo que también se encuentra a la altura de las circunstancias es la suavidad de marcha del cuatro cilindros. Incluso a altas revoluciones, el motor no suena forzado y se muestra sereno. El mismo motor existe también en una versión 250 CGI, aunque 20 CV más potente.
Aún más presión y una marcha más suave ofrece el V6 del E 350 CGI, el cual desarrolla un mejor rendimiento en todos los aspectos gracias a sus 290 CV y su cambio automático de siete velocidades. Un precio de adquisición más elevado y un consumo de combustible superior son los únicos inconvenientes de este espectacular motor. La fascinación y la insensatez llegan a límites insospechados con el E 500 de 388 CV y un motor de gasolina V8. Más económicos resultan, por supuesto, los tres motores diésel de 170, 204 y 231 CV que, en el plano acústico aún no han alcanzado su plenitud y resultan algo escandalosos, por lo que no armonizan del todo con el estilo elegante del Cabrio. Un excelente par motor y cifras de consumo entre los cinco y los siete litros son las principales ventajas de estos motores diésel.
Un bastidor exquisito
Con una dirección homogénea, pero no demasiado precisa, y una inclinación lateral moderada el nuevo Clase E Cabrio es capaz de describir a la perfección las curvas incluso a velocidades elevadas. Sin embargo, de vez en cuando puede ocurrir que el conductor pierda el contacto directo con la carretera. Esto fue, al menos, lo que ocurrió sobre el asfalto húmedo de las carreteras mallorquinas y a una velocidad contenida, por lo que el ESP tuvo que intervenir en más de una ocasión para mantener en su sitio a este vehículo de 1,7 toneladas de peso. No obstante, como conductor uno no se da cuenta de que si está llegando al límite. Aunque no hay motivo para alarmarse, ya que el control de estabilidad electrónico mantiene al coche en todo momento y de forma segura sobre el asfalto. En caso de que una colisión resulte inevitable, los siete airbags, los refuerzos de las columnas A y B y una barra antivuelco extensible constituyen un gran paquete de seguridad pasiva.
Precios algo exorbitantes
A pesar de contar con muchos componentes de la Clase C, el Clase E Cabrio se sitúa a la cabeza de su familia en lo que al precio se refiere. 46.150 euros cuesta la versión con techo blando, 4.650 € más que la versión básica del Clase E coupé, un precio algo por encima del de un BMW Serie 3 Cabrio y muy superior al de un A5 Cabrio con motorizaciones similares. Precios de la casa Mercedes, ni más ni menos.
Quienes decidan instalar una gran variedad de extras lograrán un Mercedes de ensueño, aunque deberán echar mano del bolsillo para satisfacer un precio que llegará a los cinco dígitos. Por lo menos, el Clase E Cabrio ofrecerá, al igual que su predecesor, un alto valor y nivel de calidad. Los que se decidan a comprar un vehículo tan elegante, a la par que caro, no sentirán que están despilfarrando el dinero, sobre todo a largo plazo.
Conclusión
Sin embargo, los precios son elevados. Por lo menos, la motorización básica del 200 CGI resulta plenamente satisfactoria en cuanto al rendimiento se refiere. La lista de extras atractivos es enorme, aunque todos tienen un alto sobreprecio. Una novedad interesante de la larga lista de opciones es el sistema de conducción de aire Air Cap que logra que entre mucho menos aire en la parte trasera. Con el Air Cap y la capota abierta, los pasajeros de la parte posterior también se sentirán especialmente a gusto, a pesar de que experimentarán una cierta reducción en su libertad de movimiento.
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