El acelerador de partículas logra reproducir los instantes posteriores al Big Bang

  • Se ha conseguido tras realizar dos intentos fallidos.
  • El experimento permitirá desentrañar muchas incógnitas de la materia.
Un científico trabaja en la sala de control de la Organización Europea de Física Nuclear.
Un científico trabaja en la sala de control de la Organización Europea de Física Nuclear.
Salvatore Di Nolfi / EFE
Un científico trabaja en la sala de control de la Organización Europea de Física Nuclear.

Los científicos han logrado, por primera vez, la colisión de haces de protones en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN a una energía de 7 TeV (teraelectronvoltios), una energía sin precedentes en un acelerador de partículas, recreando la situación similar a los instantes posteriores al Big Bang.

Tras dos intentos fallidos en los que los haces de protones inyectados en el acelerador no lograron colisionar, los cuatro detectores gigantes, -Atlas, Alice, CMA y LHCb, repartidos en distintos puntos de la circunferencia gigante- fueron registrando los choques. Este resultado abre las puertas a una nueva fase de la física moderna, pues permitirá dar respuestas a numerosas incógnitas del Universo y la materia, según los científicos del CERN.

Un experimento histórico

El experimento que el martes 30 de marzo ha tenido lugar en la Organización Europea de Física Nuclear (CERN), y que ha podido  seguirse en directo a través de Internet, abre una nueva etapa en la exploración científica que puede revolucionar la física en los próximos 20 años. "Con esta experiencia se abre una ventana para obtener nuevos conocimientos del Universo y del microcosmos, aunque esto no será inmediato", señaló su director general, Rolf Heuer.

En su opinión, las posibilidades que ofrece ahora el acelerador son tales que, en los dos años que se planea mantener este programa a 7 TeV, "podremos obtener datos sobre la composición de cerca de una cuarta parte del Universo", mientras que actualmente la física sólo conoce el 4 por ciento de éste. La alegría de los científicos en las salas de control de los cuatro detectores era palpable.

Los científicos del CERN han colisionado en el LHC dos haces de protones a una energía de 7 TeV (teraelectronvoltios), un experimento nunca antes realizado, y del que se espera que dé respuesta a numerosas incógnitas del Universo y la materia. "Este es un experimento que empezó hace 20 años y que tiene 20 años más por delante, y hoy estamos en el inicio de esa nueva era.

Es una nueva etapa de la exploración científica extraordinariamente excitante", señaló Teresa Rodrigo, profesora de la Universidad de Cantabria y coordinadora de Alineamientos del CMS. La causa de tanto regocijo es el hecho de que por primera vez se ha conseguido colisionar partículas a una energía, y por tanto, a una velocidad, nunca antes logradas, lo que permitirá desentrañar muchas de las incógnitas de la materia.

"Esperamos que los grandes descubrimientos surjan en dos o tres años, pero desde las primeras colisiones se obtienen datos que para los científicos ya son muy gratificantes", explicó María Cruz Fouz, investigadora del CIMAT y coordinadora del grupo de Caracterización del detector de Muones del CMS.

Un proceso que hay que repetir

Los haces de protones han circulado a una velocidad de 7 TeV, después de haber "viajado" y colisionado con éxito a velocidades menores. 7 TeV es la mitad de la potencia calculada del acelerador, una capacidad máxima a la que sólo será sometido después de se haya revisado minuciosamente todo el engranaje y se haya reconfigurado para adaptarse a una velocidad de 14 TeV. Las colisiones a 7 TeV se repetirán al menos un año y medio.

"Algunos sucesos son muy probables y otros no, por eso hay que repetir los choques muchas veces, para dar la oportunidad a los que suceden menos a menudo", explicó Fouz.

Los científicos calculan que los resultados de los actuales experimentos y los que se desarrollen en los próximos años podrán usarse durante dos décadas, no sólo por toda la información y descubrimientos que aportarán, sino por la lentitud y dificultad de la creación de nueva tecnología.

"El rango de energías a la que comenzaremos a trabajar hoy es crítico, nos permitirá descubrir por ejemplo, el famoso bosón de Higgs, la partícula que queda por descubrir en el modelo estándar de la física", explicó Alcaraz. El teórico bosón de Higgs -aún no demostrado empíricamente- es el responsable de que el resto de partículas tengan masa, y tiene el nombre del científico que hace 30 años predijo su realidad.

Para intentar descubrir el supuesto bosón y otras nuevas partículas, se han recreado las condiciones de los instantes posteriores al Big Bang, cuando se creó el Universo. "A 7 TeV estamos muy cerca de las condiciones de materia y energía justo después de la creación de universo. Cuando estemos a 14 TeV estaremos aún más cerca de ese momento inicial", afirmaba Rodrigo.

"No vamos a hacer nada que no ocurra en el universo, los rayos cósmicos lo hacen todos los días, pero lo que hacemos aquí es recrearlo de forma controlada y con una alta probabilidad de que veamos los sucesos", aclaró Fouz.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento