Sevilla

Hazte Oír dice que el PP-A se vio "empujado" a rechazar parcialmente la Ley de Muerte Digna tras recibir 11.000 emails

Las plataformas Hazte Oír y Derecho a Vivir aseguraron hoy que el rechazo parcial que el PP-A dio ayer en el Parlamento de Andalucía a la Ley de Muerte Digna fue motivado por las más de 11.000 peticiones ciudadanas que recibió ayer el partido en menos de 24 horas a través del servicio de alertas cívicas de las organizaciones "para que votase no a la sedación terminal a la carta y el recorte a la objeción de conciencia del personal sanitario".

Según explicó a Europa Press la portavoz de Derecho a Vivir en Sevilla, Esther Peláez, es "mucha casualidad" que, habiendo aceptado la citada Ley en comisión parlamentaria, "ayer, tras recibir esta avalancha de solicitudes", el presidente del PP-A, Javier Arenas, "improvisara un gesto de rechazo a tres de los artículos de la misma".

Aún así, Peláez consideró que "más vale tarde que nunca" pero recomendó a los 'populares' que "se aclaren un poquito y expliquen mejor a los andaluces cuál es su postura en este tema porque, dependiendo de ello, así serán los votos".

"Los partidos deben de ser conscientes de que no nos vamos a quedar callados esperando a que hagan lo que les dé la gana", puntualizó.

En esta línea, la portavoz de Derecho a Vivir indicó que "el PP-A en este caso se ha dado cuenta de que somos una gran mayoría los que estamos en contra de esta nueva medida y entonces, lógicamente, se han visto obligados a tener que ser más coherentes, aunque haya sido un paso muy tímido éste que han dado".

Por su parte, el portavoz de HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, aseguró que con esta Ley andaluza "se abre la puerta a la eutanasia en España, la próxima meta en el inexorable proyecto ideológico de Zapatero, que consiste en disponer de la vida y la muerte de todos: nacidos y no nacidos". De ahí que insistiera en la idea de que esta Ley "introduce las sedaciones terminales a la carta y restringe la libertad de ciencia y de conciencia de médicos y auxiliares, que ya no podrán objetar a la sedación de pacientes asintomáticos.