La sala del Calderón de Valladolid acoge la obra del colectivo Le Bogg, basada en 'cadáveres exquisitos surrealistas'

La muestra es un conjunto de piezas creadas la mayoría de ellas a partir de la idea de cualquiera de los artistas a la que luego los otros miembros del grupo aportaron su inspiración y su trabajo para lograr, en palabras de González Gallego, una obra en la que "no se distinga quién es cada uno y se perciba como la labor de un artista nuevo que se llama Le Bogg".

En esta misma línea se manifestó también Javier Bustelo, que corroboró la idea de que finalmente la forma de trabajar de uno "se ve tan influida por los otros componentes del grupo que poco a poco se va diluyendo".

El visitante se encontrará pues con una serie de pinturas en las que el color es el aspecto predominante y realizadas en su mayoría sin una idea premeditada, todas ellas inspiradas en el mundo del cómic, del cine, de la música o de los paisajes e influenciadas por otros artistas que en su momento también crearon colectivos como Cobra, el Equipo Crónica o Warhol, Basquiat y Clemente.

Destaca además un grupo de platos pintados que ocupan toda una pared de la sala con una itencionalidad, esta vez sí, "claramente erótica desde un principio", según manifestó González Gallego.

Otro de los componentes del grupo, Ostern, recordó que se trata de la primera exposición pública de Le Bogg, cuya andadura común comenzó en 1995, "alrededor de un té y tras una larga conversación", pero que hasta ahora sólo habían realizado trabajos ocasionales que habían intercalado con su obra individual, algo que, según señalaron sus miembros, seguirán haciendo en el futuro.

"Le Bogg es un personaje vivo que tiene que seguir caminando", indicó González Gallego, que manifestó así su intención de continuar con esta agrupación que en esta ocasión fue seleccionada por la Fundación Municipal de Cultura en el concurso de artistas locales para exponer en la sala del Teatro Calderón, donde permanecerá hasta el próximo 28 de febrero.