Valencia

Juzgan a un ex guardia civil acusado de matar a un narcotraficante en Montesa al que debía 30.000?

La Audiencia Provincial de Valencia juzga desde hoy a un ex guardia civil acusado de matar en 2006 a un narcotraficante al que debía 30.000 euros en un área de servicio del municipio valenciano de Montesa. El agente negó que matase a la víctima, a la que aseguró que no debía nada, y acusó a un amigo suyo, también imputado en esta causa, de efectuar los disparos. Tanto para el guardia civil como para su amigo, el fiscal pide 17 años de prisión por un delito de homicidio y otro de tenencia ilícita de arma.

El ex guardia civil, destinado en ese momento al destacamento de Tráfico de la localidad valenciana de Xàtiva, reconoció ser consumidor esporádico de cocaína, que le "regalaba" la víctima, así que matizó que no le debía ningún dinero. Indicó que le llegó a deber 1.200 euros por la comunión de su hija, pero que ya se lo había saldado.

Así, explicó que en la noche del 26 de octubre de 2006 acudió a casa de la víctima con su coche, para recogerle, y ambos se trasladaron hasta un área de servicio de Montesa, donde quedó con su amigo para que entre ellos "resolvieran los problemas que tenían por deudas económicas".

Una vez allí, explicó que su amigo y la víctima forcejearon y, en un momento determinado, éste sacó una pistola que tenía de su abuelo y le disparó. Luego, al comprobar que había fallecido, y por miedo a que le hiciera algo a él, le ayudó a subir el cuerpo a su coche y abandonarlo en un paraje tras quitarle sus pertenencias.

Esta versión no corresponde con la que ofreció hoy su amigo, el otro implicado, y quien según el ministerio fiscal debía 3.000 euros a la víctima por una fiesta que disfrutó en un club de alterne. Sin embargo, sobre este último aspecto, el acusado defendió que no le debía dinero porque le dijo que esa fiesta era "un regalo".

El día de los hechos, según dijo, su amigo, el ex guardia civil, le llamó y le pidió que fuera con la pistola de su abuelo a Montesa, que iba a llevar allí a la víctima para solucionar el problema de las deudas. Al llegar, dijo que la víctima sacó una pistola porque "quería su dinero" pero pudo "despistarlo" por el pitido de un camión que pasó por allí.

Aprovechó este acto para sacar la pistola que portaba y sin saber cómo, disparó, aunque afirmó que no sabía si le había dado. Lo que sí matizó es que su amigo le cogió el arma y lo "remató". Luego, ambos, escondieron el cuerpo. Señaló que no acudió a denunciar los hechos ante la Policía porque se había visto involucrado en una trama que no esperaba.

Urdieron un plan

Frente a estas dos versiones, fiscalía considera que ambos imputados urdieron un plan para matar a la víctima con una pistola para la que ninguno tenía licencia ni la guía pertinente. Según expone en su relato de hechos, actuando de común acuerdo, concertaron una cita con la víctima con la excusa de pagarle lo que le debían. Sobre las 21.00 horas, el ex guardia civil le recogió en su vehículo y se dirigió a un área de servicio de Montesa, lugar al que también acudió el otro acusado.

Una vez allí, los tres empezaron a discutir por el pago del dinero y, en un momento dado, sacaron la pistola que portaban y dispararon varios tiros contra él. En total, le alcanzaron cuatro y falleció. Tras abatirlo, cogieron el cuerpo, lo metieron en el maletero y lo abandonaron en un paraje denominado 'Casa Marco', en el municipio valenciano de Biar, según el fiscal.

Previamente, le quitaron sus efectos personales para evitar que fuera identificado y, tras ello, volvieron al área de servicio, donde recogieron los casquillos de los proyectiles disparados, y se marcharon. Luego metieron la pistola y la munición en una bolsa de plástico y la ocultaron en un huerto de la familia. El hermano de uno de los acusados, también conocedor de los hechos e imputado, estuvo limpiando el vehículo utilizado el día de los hechos y se deshizo de la alfombrilla del maletero.

Cuando el ex guardia civil llegó a su casa, le contó lo que había hecho a su mujer. Pasados unos días, la novia de la víctima y su hermano trataron de averiguar su paradero y llamó al agente por teléfono. Le contestó su esposa y le dijo que en la noche de los hechos su marido le había dejado en su casa sobre las 1.00 horas.

Seguidamente, les anunció su intención de denunciar, y ante ello el agente le dijo que un Policía Local de Xàtiva se detuvo a hablar esa noche con la víctima cuando lo dejó en su casa. Todos fueron a hablar con él y éste les mintió e ideó una coartada para encubrir a su compañero. No obstante, la mujer decidió denunciar su desaparición ante la Policía Nacional ese mismo día 29 de octubre.

Por todo, el ministerio fiscal reclama una pena de 17 años de prisión para el ex guardia civil y su compañero por un delito de homicidio y otro de tenencia ilícita de arma; y otros dos años de cárcel para la mujer del agente, el hermano de su compañero y el policía local de Xàtiva.