Sevilla

Julio de la Rosa ve "un regalo" la reedición de Algaida de 'Fin de semana en Etruria' con los textos censurados en 1972

En una entrevista concedida a Europa Press, De la Rosa señaló que con esta publicación se hace posible la recuperación de una novela y, al mismo tiempo, "un acto de pequeña justicia literaria", gracias a la labor de Algaida, a la que se mostró "muy agradecido".

En este sentido, manifestó que teniendo en cuenta que se trata de una novela de 150 páginas, tras la censura "salió una criatura un tanto desmejorada". Asimismo, dijo que tras el paso de los años la creía "perdida" a pesar de que algún crítico literario la reclamara varias veces. Además, indicó que algunos críticos sabiendo el filtro de la censura, afirmaron que "parecía que faltara algo".

Al hilo de esto, apuntó que cuando los lectores se acerquen a esta nueva edición con el añadido de los textos censurados, éstos "se llevarán las manos a la cabeza", ya que es un material "ridículo e inofensivo". "La censura fue una desgracia que afecto a más de una generación, sobre todo a los novelistas del realismo social, que tuvieron que enfrentarse a ese fantasma", aseguró.

'Fin de semana en Etruria' es una novela que responde a lo que entonces se llamó "realismo social, apostando por los perdedores de la historia y los sufridores de la historia de España, desde el final de la Guerra Civil hasta la década de los 70".

La novela, según De la Rosa, salió al amparo de lo que combino en llamarse la Nueva Narrativa Andaluza y ello le "favoreció", pese a ser un movimiento que "no llegó a cuajar aunque existió como hecho diferencial literario entre los años 60 y 70 con las obras de Luis Berenguer, Alfonso Grosso o Aquilino Duque, es decir, una pléyade de escritores de ese tiempo".

El escritor declaró a Europa Press que la obra responde a "las unidades de inquietud, de renovación técnica y la pretensión de ser un alegato moral".

"el perdedor,

Un personaje de más dignidad"

"El perdedor en España siempre tiene el mismo perfil y es reconocible, pues refleja una especie de determinismo", señaló. Además, explicó que la juventud, a la que el perteneció durante los años de dictadura franquista, "no tenía acceso a la cultura, como demuestra que para comprar un libro de Ortega y Gasset, que no es un escritor demoníaco, tenían que rellenar una ficha de la policía o los que conocían a Sartre no podían hablar en voz alta, es definitiva, los jóvenes de entonces sintieron mucho la censura".

En este sentido, el personaje del perdedor, según De la Rosa, tiene "más épica, más dignidad y más tradición literaria". Además, precisó que "el perdedor que pierde su batalla frente al mundo, pero gana la batalla en su interior" y resaltó que los perdedores del exilio son figuras "atractivas" para un narrador, apuntado el personaje de Ignacio Abel de Antonio Muñoz Molina en 'La noche de los tiempos'.

Gimnasia intelectual

De la Rosa manifestó que "la censura no es una justificación, pese a que hubo escritores mediocres o con poca vocación que explicaron su silencio por ésta". En este sentido, declaró que "un escritor escribe aunque sea con el agua al cuello", por ello piensa que "la censura no es una excusa". Por otro lado, aseguró que la censura "agudizaba el ingenio y hacia crear una escritura oblicua, basada en la estrategia de burla o de engaño a la censura".

Asimismo, señaló que se trató de "una gimnasia intelectual autoimpuesta" que hacía al escritor "más fuerte", frente a lo que fue "el gran reto de los literatos". En este sentido, explicó se enfrentaban a "unos señores muy poco culto y no amantes de la literatura que respondían a una lista de elementos negativos que buscaban en las obras".

Entre los pasajes de 'Fin de semana en Etruria' que encontraron la oposición de los censores "hay cosas fantásticas", dijo, precisando que "el deseo, el sexo o la religión fueron temas tachados". No obstante, confesó que comprende que las palabras dedicadas a la Batalla del Ebro fueran eliminadas porque en ella el general Vicente Rojo ganó la partida al general Francisco Franco.

"La escritura sin libertad es una incongruencia tremenda con el ejercicio de escribir", dijo, y manifestó que "ésta debería ser conocida por los jóvenes actuales para que fueran conscientes de ella".

"la censura del mal gusto"

En la actualidad, según el escritor sevillano, existe la censura de "mal gusto, del best-seller, de la búsqueda del éxito, es decir, obstáculos que responden a principios mercantiles". Además, añadió que "la política de lo correcto y de lo incorrecto se ha filtrado en el gusto literario".

En este sentido, manifestó que "generalmente, en estos casos, pierde la calidad y la literatura frente a lo impuesto", viendo la publicación de 'Fin de semana en Etruria' por parte de Algaida como "un triunfo frente a lo impuesto".

Por último, precisando que "no es profeta", dijo que "probablemente de haber ganado el bando republicano la Guerra Civil hubiera existido la censura, aunque otro tipo, pues la palabra es pelígrosa para cualquier dictador".

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