El Mercedes-Benz CLS se enfrenta al Audi A5 Sportback: belleza por doquier

Enfrentamos el Mercedes-Benz CLS (dcha.) contra el Audi A5 Sportback (izqda.)
Enfrentamos el Mercedes-Benz CLS (dcha.) contra el Audi A5 Sportback (izqda.)
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Enfrentamos el Mercedes-Benz CLS (dcha.) contra el Audi A5 Sportback (izqda.)

Realmente, nadie hubiera dicho que Mercedes sacaría un modelo como el CLS. Y mucho menos que fuera la casa de Stuttgart la primera de esta nueva era en hacerlo, dado que el lanzamiento del CLS se produjo en el otoño de 2004. Cuatro años después, con la entrada en el mercado del VW Passat CC, apareció otro representante de las "berlinettas" (limusinas más planas y bajas), aunque no un verdadero rival. Ahora Audi lo intenta con el A5 Sportback. A continuación, os descubrimos si el modelo de Ingolstadt tropieza o no con la misma piedra.

La elegancia hecha realidad. Tanto el CLS como el A5 Sportback cautivan al posible comprador con unas proporciones armónicas, una silueta elegante y la exclusividad de disponer de cuatro puertas a la vez que se mantiene un carácter marcadamente coupé. ¿Cuál de los dos automóviles es el más bonito? Sobre eso decide únicamente el gusto de cada uno. Sin embargo, todo lo que se encuentra bajo esa chapa sutilmente moldeada sí se puede analizar.

En el interior

<p>Interior del Mercedes CLS</p>En este punto ya encontramos diferencias importantes. Al entrar en el CLS nos embarga esa sensación típica que siempre ha sabido transmitir la casa Mercedes. Todo es confortable, quizá un poco aburguesado, pero de una manufactura impecable. Los materiales son, en su mayor parte, exquisitos y se ajustan a la perfección a nuestras expectativas. El salpicadero recto con inserciones en madera resulta algo anticuado, aunque convincente en términos ergonómicos. Para los nuevos conductores de Mercedes su manejo tampoco constituye ningún reto imposible de resolver -con excepción del sistema Command APS de navegación y entretenimiento-. Para hacernos con él, lo mejor es leerse el manual de instrucciones o, simplemente, ir probando.

En este sentido, el Audi A5 Sportback presenta algunas ventajas evidentes. La navegación a través del menú y también el manejo con el mando giratorio MMI resultan mucho más sencillos, aunque incluso aquí es necesario mirar. El puesto de conducción presenta un diseño mucho más moderno, aunque los materiales, sobre todo en torno al cuadro de instrumentos combinado puede que no lleguen a cumplir las exigencias de los más exquisitos. El puesto de conducción está orientado al conductor, lo que deja al copiloto en una posición algo adelantada. Desde aquí, por ejemplo, la lectura del ordenador de a bordo, la temperatura y la velocidad resulta prácticamente imposible.

Dentro y no encima

<p>Asientos del Audi A5 Sportback</p>

Los ocupantes del Audi se podrán sentar a sus anchas en los asientos deportivos que ofrecen una buena sujeción lateral, un apoyo extraíble para los muslos (delante) y un excelente confort en grandes distancias. La idea es que uno se 'sienta' dentro del asiento y no sólo encima de él. Y esta es precisamente la sensación que uno tiene en los amplios asientos de serie del CLS. Sin embargo, estos no ofrecen ni sujeción lateral ni una buena posición sentada (de alguna manera uno se escurre siempre hacia delante).

En la parte trasera de ambos coches existe uniformidad en cuanto al espacio y al confort. Y esto a pesar de que, con sus 4,91 metros, el Mercedes es exactamente 20 cm más largo. En función de la posición de los asientos delanteros, los pasajeros de mayor tamaño –a partir de 1,80 de altura– se chocarán o bien con los propios asientos o bien con el techo si estos se encuentran en posición vertical. La altura del techo al entrar nos exige ciertas concesiones. A cambio, y gracias a las ventanillas de menor tamaño, los ocupantes se sienten mucho más protegidos. Sin embargo, quienes suelan llevar a menudo pasajeros en la parte trasera no se decantarán ni por el A5 Sportback ni por el CLS. Y esto a pesar de que en los maleteros de 480 litros (Audi) y 505 litros (Mercedes) hay espacio suficiente para el equipaje. Además, en el Audi la zona de carga resulta muy cómoda y accesible gracias a su amplio portón trasero. Si abatimos el respaldo del asiento trasero alcanzaremos un volumen de carga de 1.000 litros.

Seis frente a cuatro

<p>Mercedes CLS</p>En cambio, para su categoría de potencia el CLS puede presumir de contar con un prestigioso motor V6. De una cilindrada de escasos tres litros logra extraer 231 CV y un par motor de 300 Nm. De esta manera se garantiza un empuje silencioso. Recientemente se modificó la nomenclatura de Mercedes. El CLS 280 se convirtió de repente en el CLS 300, aunque esto no haya cambiado nada. Sin embargo, seguiremos buscando en vano un ajuste variable del árbol de levas, una inyección directa y algunos otros avances de última generación. Al menos, el cambio automático con convertidor de par desarrollado por la casa para el CLS cuenta con siete velocidades y, por lo tanto, presenta el desarrollo adecuado para cada marcha, aunque el cambio automático no resulte rápido. Con un consumo homologado de casi 10 litros, este motor que cumple no obstante la normativa Euro-5 se mueve en las esferas más altas dentro de su categoría.

El A5 Sportback 2.0 TFSI Quattro ofrece un resultado mejor. Éste consume 2,5 litros menos de combustible a los 100. Su motor de cuatro cilindros de inyección directa fue uno de los primeros en los se concretó el concepto del «downsizing». Este motor, montado en sus más variadas versiones por la casa VW, cuenta en el A5 con 211 CV y genera un excelente par de 350 Nm en el cigüeñal. Por supuesto que en términos de sonoridad no puede competir con el seis cilindros, aunque este motor 2.0 no llega nunca a resultar ruidoso o pesado.

<p>Audi A5 Sportback</p>

En cuanto a las cifras del consumo real, la diferencia entre ambos vehículos es de 1,5 litros. Mientras el Audi consume escasos 10 litros y el Mercedes alcanza algo más de 11 en una conducción mixta relativamente rápida. No obstante, si nos empeñamos podremos vaciar el depósito del Audi en menos de 400 kilómetros. Si pisamos a fondo, incluso los turbos más modernos se convierten en consumidores empedernidos. ¡Que nadie se sorprenda de llegar a los 16 litros! Por el contrario, con el motor del CLS resulta más que difícil alcanzar los 15 litros o un consumo superior.

A pesar de la diferencia nominal en potencia, los rendimientos se mueven en los mismos niveles. Sin embargo, ninguno de los dos modelos alcanza los valores indicados de fábrica (véanse los datos técnicos). El cambio automático de 7 velocidades (S-Tronic) del A5 Sportback demuestra ser un excelente complemento al motor sobrealimentado. La única pega es que el confort en conducción lenta de este modelo continúa sin acercarse al de una caja de cambios automática con convertidor de par.

Sólido y deportivo

<p>Mercedes CLS</p>En cambio, los amantes de la conducción deportiva se alegrarán de la configuración del chasis del nuevo A5. Sobre todo si han encargado la opción Drive Select y el ajuste electrónico de la suspensión. No obstante, incluso en modo de conducción Comfort y con neumáticos de invierno con llantas de 17" las características de la suspensión tampoco son especialmente buenas. Además, el chasis vibra al pasar por encima de las irregularidades del piso. Lo que resulta chocante es que tras cada arranque del motor, el sistema regresa una y otra vez al modo automático, independientemente de si anteriormente habíamos estado conduciendo en modo Individual, Dynamic o Comfort.

Por regla general, la tracción integral de Audi traslada el 60% de la fuerza hacia atrás, por lo que el comportamiento en circulación se asemeja al de un tracción trasera. Además, las torsiones perceptibles y audibles en el tren de propulsión enturbian de forma adicional la sensación de conducción. Este problema no lo tiene el CLS y, pese a no tener tracción integral, se mantiene neutral mucho tiempo para, a continuación, deslizarse suavemente sobre el eje delantero. Tanto la dirección como el chasis desprenden sin embargo ese encanto al que Mercedes siempre nos ha tenido acostumbrados, es decir, mucha comodidad. Además, la dirección se endurece cuando nota algún cambio de dirección brusco.

En las pruebas de frenada descubrimos que, con una temperatura exterior de 15º en positivo, los neumáticos de invierno no son la solución ideal. Así, el CLS con neumáticos de verano y circulando a una velocidad de 100 km/s se detiene tras recorrer tan sólo 36 metros. En ese momento el Audi todavía marca 25 km/h en el tacómetro. 44 metros de frenada son demasiados.

El monedero también decide

<p>Audi A5 Sportback</p>

El Mercedes CLS se caracteriza por ser un conjunto cómodo (motor y chasis) que no se deja importunar por nada ni nadie. Su habitáculo ha sido diseñado en consecuencia, aunque tratándose de la casa Mercedes ya contábamos con ello. El A5 Sportback es deportivo, incluso un poco demasiado deportivo. Si la orientación de ambos vehículos no es suficiente ayuda para tomar una decisión cuál comprar, aquí tenemos otra que sin duda alguna os convencerá: 49.970 vs. 62.950 euros. Mercedes pide unos 13.000 euros más por el CLS 300 que Audi por el A5 Sportback 2.0 TFSI Quattro. Con algunos extras de equipamiento llegamos rápidamente a los 5.000 euros de suplemento en cada uno de ellos.

Conclusión

Pocas veces nos hemos encontrado con automóviles tan plagados de clichés como estos dos modelos. Con el CLS la casa Mercedes hace aquello que mejor sabe hacer: construir coches buenos, cómodos y caros. El Audi A5 Sportback aporta dinamismo al nuevo segmento de vehículos. Está enfocado a un público más joven y desenfadado, incluso cuando la mayoría de los compradores no encajen en esta descripción.

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