Los videojuegos violentos y las agresiones activan la misma parte del cerebro

En el estudio, 13 hombres fueron observados mientras jugaban con los últimos videojuegos violentos. La actividad cerebral de los participantes durante las partidas fue grabado mediante un aparato de resonancia y analizado segundo a segundo.

“Hay una conexión entre jugar a disparar a una persona, en nuestro experimento, y el modelo de actividad cerebral característico de actos y pensamientos agresivos”, explica René Weber, ayudante del responsable de esta investigación.

“Los videojuegos violentos han sido acusados muy a menudo de potenciar reacciones, actos y comportamientos violentos. Hemos probado que existe esta relación a nivel neurobiológico”.

La técnica que han utilizado los investigadores para determinar que actividad cerebral generan los videojuegos se llama FMRI. Determina qué partes del cerebro se activan con los diferentes tipos de sensaciones físicas o actividades como la luz, el sonido o el movimientos de los dedos.

Este mapa cerebal se consigue mediante un avanzado escáner que muestra en qué zonas se produce un incremento del flujo sanguíneo.

Cinco horas de videojuegos

En el estudio han participado 13 voluntarios alemanes de entre 18 y 26 años. Las ‘cobayas’ han jugado a estos videojuegos durante, como mínimo, cinco horas a la semana. En 11 de ellos se observaron efectos que pueden considerarse causados por violencia virtual.

“Es muy importante entender cómo es interpretada la violencia por los jugadores y que sólo una parte de ellos contienen violencia preocupante: una violencia real, que premia y justifica actividades violentas perpetradas por sujetos atractivos en un ámbitos muy realistas”, dice Webber.

“Aunque existe la posibilidad de que haya más efectos positivos que negativos de jugar con videojuegos, incluso con videojuegos violentos, como mejorar las habilidades físicas y cognitivas o socializar con compañeros, es fundamental que sigamos investigando esta relación que hemos descubierto”.