Los hosteleros lamentan que el mal tiempo impidió alcanzar los resultados prepandemia

En comparación a las fiestas de 2019, para un 64% de los encuestados el balance económico es peor, mientras el 35% y el 19,3% las valoran mejor y mucho mejores que las Fallas de septiembre, aunque entonces había toque de queda y muchos actos suspendidos.

"Sin duda el tiempo ha influido negativamente en el funcionamiento de la actividad de la hostelería. Las lluvias han restado posibilidad a la actividad al sector, especialmente en el funcionamiento de las terrazas", exponen los hosteleros en un comunicado.

De hecho, muchos de los encuestados afirman que han sufrido más del 50% de cancelaciones de las reservas que tenían previstas, aunque reconocen que se han compensado con algunas de última hora.

En el análisis de la rentabilidad, para el 46% el gasto medio se ha situado entre diez y 25 euros, mientras el 24% calcula que ha rondado entre 25 y 45 euros.

Por tanto, en comparación con las Fallas 2019, los hosteleros observan que el gasto continúa estancado y esto supone una bajada de la rentabilidad, a lo que se suman las consecuencias de dos años de pandemia, la coyuntura actual y el escenario de subida de costes energéticos y materias primas.

Respecto a la contratación de personal, más del 50% de los empresarios aseguran haber ampliado sus plantillas para la campaña de Fallas. De los que lo han hecho, más de la mitad han contratado a más de dos trabajadores.

Y en cuanto a la percepción de las fiestas, el 90% de los participantes en el estudio no ven mejoras en la limpieza respecto a 2019. También valoran negativamente la venta ambulante de comida y bebida.