Mazda lleva tiempo desarrollando vehículos movidos por hidrógeno y motores eléctricos en su tierra natal. Ahora ya disponen de una completa flota experimental que comienza a darse a conocer fuera de sus fronteras.
Hace casi tres años la marca japonesa firmó un convenio de colaboración con HyNor, un proyecto nacional destinado a crear una infraestructura de hidrógeno en Noruega (desde entonces, en el trayecto entre Oslo y Stavanger, recorrido de aproximadamente 600 Km., cada vez son más las estaciones de servicio que suministran este gas) en el que se comprometía a ceder vehículos que funcionaran con este combustible. El proyecto se encuentra ya en una fase muy avanzada puesto que recientemente Mazda ha hecho entrega de las dos primeras unidades de sus automóviles de hidrógeno (bautizados como RX-8 Hydrogen RE y el Mazda5 Hydrogen Hybrid RE) a la empresa noruega.
RX-8 Hydrogen RE
El RX-8 Hydrogen RE es similar a un RX-8 convencional pero puede funcionar indistintamente con hidrógeno o con gasolina (para cambiar de uno a otro, se utiliza un botón que se encuentra situado junto al volante). Los ingenieros aducen que hasta que no se establezca una verdadera red de distribución de hidrógeno en Europa es muy arriesgado y resulta difícil imaginar cómo se podría utilizar a diario un vehículo que consumiese exclusivamente este combustible.
En ambos casos, el RX-8 otorga 109 CV de potencia máxima. El vehículo dispone de dos depósitos de hidrógeno ubicados en el maletero que alojan el gas a una presión de 350 bar, proporcionando una autonomía aproximada de unos 100 Km. En lo que a su aspecto se refiere, se han rediseñado la parrilla frontal (más grande), los faros, los pasos de rueda delanteros, los grupos ópticos traseros con luces LED. Además, esta versión cuenta también con un nuevo paragolpes trasero, mientras que en el interior ofrece una consola central y un volante de nuevo diseño.
Mazda5 Hydrogen Hybrid RE
El resultado según Mazda, no deja lugar a dudas: "cero emisiones en modo de hidrógeno y una conducción de las mismas características que con la gasolina". De momento estamos hablando de un proyecto experimental para flotas y organismos oficiales (estos vehículos se están ofreciendo en régimen de leasing), pero la idea es que estos automóviles sean fabricados en el futuro como vehículos de producción en serie. Mazda confía en que esta tecnología llegue realmente al consumidor final allá por el año 2020.
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