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La forma como agarramos un vaso "revela nuestra personalidad", según un psicólogo

El psicólogo Glenn Wilson ha hecho el estudio.
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Sostener un vaso y sostenerlo de una determinada forma puede revelar, al decir de un psicólogo, rasgos de la personalidad psicosocial. El doctor Glenn Wilson ha observado el lenguaje corporal de 500 bebedores y los ha dividido en ocho categorías, atendiendo a la personalidad mostrada por cada uno.

Wilson llega a afirmar que "la forma de sostener un vaso revela la personalidad". Esta es la división establecida por él, según la cadena de noticias BBC.

Generalmente, según Wilson, una mujer que coge el vaso delicada y provocativamente, pasando el dedo de la mano por el borde al mismo tiempo que, con la mirada, trata de establecer contacto visual.

Otra vez, según el psicólogo, una mujer que, durante una reunión social, sostiene la copa -de vino, por ejemplo- y la utiliza como una extensión más de su mano, sin parar de gesticular durante la conversación; conversación que generalmente incluye a terceras personas que no se encuentran presentes.

Puede ser una mujer o un hombre, el doctor no hace distinciones. Este tipo de persona, resuelta, sociable y tendente al chascarrillo, sujetaría el vaso con levedad, de forma intrascendente, para beber pequeños tragos, espaciados para no perder el hilo de la conversación.

Una persona, hombre o mujer, que sostiene el vaso de forma protectora y férrea, como si alguien fuera a quitárselo de las manos. Este tipo de bebedores corresponden con personalidades tímidas o apocadas, que beben poco y que no suelen terminarse la bebida que están consumiendo.

Con el vaso en la mano, estas personas muestran una personalidad fría e impenetrable. Sitúan los brazos de tal forma que el objeto queda situado en una posición centrada, como ofreciendo una barrera a los extraños situados enfrente.

Wilson asegura que es una "pérdida de tiempo" acercarse a las personas que beben de esta forma, pues es difícil llegar a establecer contacto con ellas.

Beben en vaso o botella largos, como si éstos fueran una extensión fálica de su poder de seducción, dice el doctor. Son posesivos y utilizan el lenguaje corporal con fluidez.

Encantado de haberse conocido, este bebedor  -de cerveza, principalmente- suele mostrarse seguro y hasta arrogante; con sus gestos vaso en mano marca su territorio, ocupando el máximo espacio posible. Como si fuera una extensión de su personalidad acaparadora, este tipo de bebedor sitúa el vaso lejos de sí mismo.

Normalmente un hombre, según lo investigado por el psicólogo, que bebe en vaso largo o en botella, que usaría como "armas simbólicas". Hostil, rudo, vehemente, sostendría el vaso con fuerza, de manera poco elegante y prudente pero satisfecha.