Monasterio visita un 'narcopiso' de Madrid para prometer que acabará con ellos y "con los okupas" si gana el 4-M

Vox promete acabar con los 'narcopisos' y con la ocupación ilegal de viviendas si gana las elecciones del 4 de mayo. La cabeza de lista de la formación, Rocío Monasterio, se ha comprometido con estos objetivos y lo ha hecho a las puertas de una vivienda usurpada en el barrio de Carabanchel en la que se vende y se consume droga, según llevan denunciando los vecinos desde hace años.

Precisamente, con los principales damnificados por este inmueble, situado en la calle de José Garrido, charló la candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, según se ve en un vídeo que ha distribuido este martes la formación desde las redes sociales de Monasterio. 

"Vecinos de Carabanchel no estáis solos, porque cuando el 4 de mayo lleguemos al Gobierno de la Comunidad de Madrid los que van a ir a prisión van a ser estos", se oye decir a la cabeza de lista de Vox en el vídeo, mientras señala a la vivienda ocupada. "Los que están atemorizando a los vecinos, los que están yendo a por nuestros niños, los que están ampliando las redes del narcotráfico", agrega Monasterio.

Los vecinos que aparecen en el vídeo, algunos de espaldas por miedo a sufrir represalias, denuncian que algunos ocupas de este piso y drodependientes que acuden a comprar droga atemorizan a los vecinos, hacen sus necesidades en la vía pública, cometen robos e incluso se pelean entre ellos. 

"Los vecinos no pueden asomarse a las ventanas porque les amenazan", se escucha decir a una mujer en el vídeo. Otros vecinos ponen el foco en que el inmueble problemático no está muy lejos de un colegio y algunos días la salida de los menores coincide con el trasiego de toxicómanos hacia el piso. La situación es "insostenible", apuntan.

Se da la circunstancia de que en este inmueble ocupado de la calle de José Garrido fue identificado por la Policía Nacional hace unos meses Miguel Ricart, que fue condenado en 1997 a 170 años de cárcel por el secuestro, tortura, violación y asesinato de las adolescentes Miriam García, Desirée Hernández y Toñi Gómez, conocidas como 'las niñas de Alcasser'.

Tras cumplir 20 años y 10 meses de cárcel, quedó en libertad en 2013 tras ser derogada la doctrina Parot por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Desde ese año no se tenían datos certeros sobre él, más allá de rumores sobre su paradero, que le situaban en Francia o Cataluña.